Ya no pueden más. Los empresarios del ocio nocturno han estallado por lo que consideran una insostenible situación del sector en las islas.
De hecho, la asociación Abone ha manifestado que "es inaceptable que se estén desarrollando actividades ilegales, incluso prohibidas por la reciente normativa aprobada por el Govern, en establecimientos y espacios que, además de no tener licencia, no aplican ninguna de las medidas de control ni protocolos de prevención".
Los empresarios aseguran que "no vamos a permitir que mientras se prohíben las pistas de baile, se recorta el horario a las 02.00 e incluso se impide totalmente la apertura de locales de ocio reglados en determinadas zonas, estemos asistiendo a la proliferación descontrolada en entornos clandestinos que dada la situación respecto al covid-19, pueden tener connotaciones delictivas".
En este sentido reivindican que "es aún más preocupante que, habiendo informado a la administración de las localizaciones de las fiestas clandestinas y de los establecimientos que las ofrecen, se sigan desarrollando impunemente y que no se impidan las mismas".
Así comentan que "exigiremos la aplicación de medidas y las responsabilidades en las que
se pueda incurrir con las herramientas que en derecho nos asisten".
