Pons ha precisado que esta campaña que arrancó en Semana Santa durará seis meses (180 días) y que los agentes trabajarán en el aeropuerto 110 días (2 de cada 3 días) para favorecer el 'efecto sorpresa' ante el intrusismo.
La campaña, según Pons, también se extiende al aeropuerto de Ibiza, dónde la Consellería ha desplazado a otros cuatro agentes para reforzar el servicio que, en este caso, es responsabilidad del Consell pitiuso.
"En la temporada alta del año pasado, contabilizamos 656 infracciones" y "el total de sanciones ascendió a 300.000 euros", ha detallado Marc Pons, en una rueda de prensa en la que también ha señalado que la infracción más común es "la captación ilegal de pasajeros por parte de vehículos no autorizados".
Pons ha valorado la colaboración de AENA, Policía Local de Palma y Policía Nacional y ha dicho: "Este año contamos con un inspector más y gracias a la aprobación, en 2017, del nuevo Decreto-Ley, es más fácil trabajar con la garantía de tener una cobertura legal".
El director general de Movilidad, Jaume Mateu, ha asegurado que ahora mismo, el departamento dispone "de suficiente personal" para cubrir las necesidades y que además de la captación ilegal de clientes en Son Sant Joan, también se trabaja "en las hipotéticas faltas que puedan cometer los vehículos VTC o los taxis de la Part Forana de Mallorca".
Pons y Mateu han presidido este viernes la reunión de los componentes de la comisión de lucha contra el intrusismo en el transporte, en la que se ha explicado la campaña de control de este verano.
