El 31% afirma que no se cambia de residencia por una cuestión económica y el 46%, porque la venta de su actual vivienda no saldará su hipoteca.
Según el informe, el 27% de los baleares tiene intención de cambiar de inmueble próximamente: el 19 % busca una vivienda en propiedad y el 7% en alquiler.
Estas cifras suponen un descenso de 2 puntos con respecto a 2018, cuando el deseo de trasladarse era del 29%: el 15 % quería comprar y el 14% alquilar.
Las conclusiones del estudio muestran que el precio del inmueble es el factor más determinante a la hora de comprar, con un porcentaje del 79%, seguido de las condiciones de contratación hipotecaria (57%).
Además, el 81% de los baleares que se va de alquiler reconoce que en realidad preferiría comprar, pero no lo hace "porque sus circunstancias económicas no se lo permiten".
De hecho, casi el 63% opina que vivir en alquiler es "tirar el dinero" y que una vivienda en propiedad es la "mejor herencia que se puede dejar a los hijos" (82%).
A nivel nacional, el 46% de los españoles que tienen previsto mudarse a corto o medio plazo no encuentran nada que se adapte a sus necesidades y el 44% no encuentra nada que pueda asumir económicamente.
Según el informe, el 22% de los españoles tiene intención de cambiar de inmueble próximamente, de los cuales el 15% busca una vivienda en propiedad y el 7% en alquiler y, en ambos casos, el precio se establece como un factor determinante.
En el caso de la compra, el 72% ha reconocido que el precio del inmueble es lo que más influye en el proceso de decisión, seguido de la cuota hipotecaria que deberá pagar (39%), mientras que en el caso del alquiler, el 58 % de los que eligen esta opción reconoce que "preferiría comprar pero sus circunstancias económicas no se lo permiten".
En cuanto al presupuesto medio, este se establece en 168.422 euros a la hora de adquirir una vivienda y 568 euros al mes en el caso del alquiler, un 11% más que en 2018.
En la forma de hacer frente al pago de una vivienda, la hipoteca es la opción más elegida (63%), seguida de los ahorros propios (41%), la venta de otra vivienda (26%) o de alguna otra propiedad inmobiliaria (17%) y la ayuda familiar (9%), sobre todo en compradores jóvenes.