El Consell de Mallorca ha acordado este miércoles con el Gobierno la liquidación de 8,6 millones de euros a favor de la institución insular por obras de carreteras ejecutadas así como trabajar en un nuevo convenio sobre esta materia.
Responsables del Consell de Mallorca y del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se han reunido este miércoles en la comisión mixta bilateral para continuar negociando el convenio de carreteras, ha informado la institución insular en un comunicado.
Ambas administraciones ya habían mantenido reuniones en los últimos meses, aunque esta ha sido la primera reunión oficial de la comisión, que será el marco para seguir trabajando con el objetivo de asegurar la inversión estatal en Mallorca en relación con las infraestructuras viarias en la isla.
El encuentro se ha hecho de forma telemática y han asistido, por parte del Consell, la presidenta Catalina Cladera y el conseller Iván Sevillano y por parte del Ministerio, el director general de carreteras, Javier Herrero, y la subdirectora general de coordinación de carreteras, Consuelo Algaba, entre otros cargos de ambas instituciones.
La comisión bilateral ha hecho seguimiento del estado del actual convenio de carreteras, que por motivos jurídicos se extinguirá.
El convenio aún vigente preveía que el Gobierno central invirtiera 431 millones de euros hasta 2022, de los que hasta ahora se han ejecutado obras por 201 millones y quedan pendientes 230.
En la reunión se ha acordado liquidar 8,6 millones de euros a favor del Consell de Mallorca por obras ejecutadas que el Ministerio aún no había abonado y se compromete a hacerlo antes de que acabe el año.
También se han empezado a establecer los términos de un nuevo convenio con la cantidad que quedaría pendiente de ejecutar para los próximos años, así como una actualización de los proyectos.
Los representantes del Consell de Mallorca han expresado la necesidad de que la política de movilidad sostenible de la institución quede reflejada en el nuevo documento que se irá negociando con Madrid.
Defienden una política "sin grandes proyectos de carreteras", que apuesta, sobre todo, por actuaciones de mejora de la red secundaria de la isla, demandadas históricamente por ayuntamientos y vecinos, y por el impulso de más espacios para peatones y vehículos no motorizados, en detrimento uso del coche.
