viernes. 19.04.2024

Esta medida, contemplada en el proyecto de demolición que ejecuta la unión temporal de empresas encabezada por Melchor Mascaró, permitirá reducir los costes en tasas por tratamiento de residuos, según ha informado el secretario general del Servicio de Salud, Manuel Palomino.



Ha detallado que el derribo se ha adjudicado en 1,5 millones de euros y que se prevé que el coste total del tratamiento de los residuos sería una cantidad similar en caso de no reutilizarse los restos, pero la transformación en grava del 75% de los escombros y el aprovechamiento de otros materiales como madera y metales reducirá esta cantidad a unos 500.000 euros, aproximadamente.



Está previsto que la demolición del edificio maternoinfantil, el de consultas externas y el de cocinas y vestuarios esté concluida en enero de 2020, y que en paralelo se lleve a cabo el proyecto arquitectónico del futuro complejo sociosanitario para pacientes crónicos.



Palomino ha hecho hincapié en la complejidad del derribo de los edificios, tanto por las dificultades estructurales (una parte del maternoinfantil tiene nueve alturas) como por las derivadas de la toxicidad de algunos materiales (hay fibrocemento con amianto en el de consultas externas).



Asimismo, ha incidido en que se ha tenido en cuenta la ubicación urbana del antiguo hospital, cerrado desde 2010, y se adoptarán medidas para reducir las molestias por ruido y polvo para los vecinos del entorno.



Se ha cerrado todo el perímetro de la obra, se han aplanado la zona en la que actuarán las máquinas pesadas y se instalarán marquesinas para depositar los residuos peligrosos, una báscula para camiones y habitáculos para los entre 300 y 400 trabajadores que, se calcula, intervendrán en la primera fase del proyecto.



Ya se está trabajando en vaciar los edificios, de los que se retirará el mobiliario y todos los residuos desmontables que puedan ser reutilizados, y después se procederá al derribo del vial elevado en torno al edificio maternoinfantil, que ya ha comenzado.



Ese edificio consta de tres módulos de tres, seis y nueve alturas que serán demolidos de menor a mayor en una operación en que se emplearán robots teledirigidos en las plantas más altas para evitar riesgos a los operarios.



El secretario general del Servicio de Salud ha explicado que para reducir el impacto sobre el entorno y aumentar la seguridad se colocarán lonas sobre las fachadas en derribo de las que puedan salir despedidos cascotes y se regarán las zonas sobre las que trabajen las máquinas para aminorar la generación de polvo.



En el edificio de consultas externas, que contiene materiales con amianto, trabajarán operarios especializados con las preceptivas protección, quienes dispondrán de un módulo de descontaminación.



Este personal, que por seguridad no trabaja más de cuatro horas seguidas, empleará también sacos con guantes incorporados ("glovebags") para la retirada del fibrocemento.



En toda la operación de derribo y adecuación del terreno para las obras de construcción que el Govern quiere iniciar el año que viene se emplearán unas 80 máquinas de gran volumen como grúas y camiones

El 75% de los escombros del derribo de Son Dureta se reciclarán como grava