jueves. 18.04.2024

Los últimos datos recabados por ASUFIN demuestran la apetencia del mercado por las hipotecas fijas. Con el Euribor aún instalado en mínimos históricos, y sin visos de que vayan a cambiar las cosas, al menos en el corto plazo, según ha comunicado el BCE, las entidades tratan de asegurar el margen de beneficio que proporciona el préstamo a tipo de interés determinado.

 

Así, en estos momentos, contratar una hipoteca fija o variable bonificada, es decir, con algún otro producto contratado, cuesta prácticamente lo mismo: un 2,37% TAE para la fija frente a un 2,35% TAE para la variable.  

 

Se da otra circunstancia: son las hipotecas fijas las que han experimentado un abaratamiento en el último año frente al encarecimiento de las variables, según el Barómetro ASUFIN de hipotecas, pasando del 3,15%, según el dato recogido en julio de 2020, al 2,88%, del pasado julio, en el caso de las no bonificadas.

 

Los préstamos bonificados, es decir, los que incluyen la contratación de otros productos y la vinculación del cliente con la entidad, también han descendido del 2,73% al 2,37%.

 

Frente a éstas, las ofrecidas en interés variable reflejan una TAE media del 2,66%, frente al 2,64%, hace un año, por lo que respecta a las no bonificadas; y del 2,09% al 2,35%, las bonificadas.   

 

Si trasladamos estos porcentajes a una hipoteca de 150.000 euros a 25 años el resultado es que por la hipoteca fija se pagaría una cuota mensual de 663,15 euros, mientras que, en la variable de 661,65 euros, lo que supone una diferencia de tan solo de 1,50 euros al mes, 18 euros al año.

 

Incluso ya hay casos en los que las hipotecas fijas son ligeramente más baratas. En el caso de BBVA, por ejemplo, la hipoteca fija paga una cuota para el mismo ejemplo de 672,93 euros, 1,51 euros menos al mes (18,12 euros menos al año) que los 674,44 euros mensuales que se paga por la variable.

 

En Banco Santander la diferencia es incluso superior a favor de la hipoteca fija en la que se paga 653,45 euros mensuales, 4,47 euros menos mensuales (53,64 euros menos al año), que los 657,92 euros que se pagan por la variable.

 

La pujanza del tipo fijo ha sido confirmada también por los últimos datos que recoge el INE, que señala que ya el 40% de las viviendas que se hipotecan se hace en tipos de interés fijo, frente al resto, en variable.

 

Los consumidores que tienen que elegir entre hipoteca a tipo fijo y variable deben hacerlo dependiendo de las de las ofertas del mercado, el grado de competencia, los requisitos de acceso a cada producto y las características y destino de uso del inmueble.

 

Si la inversión es a largo plazo, como el caso de la vivienda habitual, una hipoteca a tipo fijo con la que, en estos momentos, aseguramos un tipo de interés reducido y constante, resulta interesante. Si por el contrario, estamos comprando para invertir, es decir una vivienda que venderemos en el corto o medio plazo, es recomendable el tipo variable, dado que el Euribor asegura un precio competitivo sin visos de subida a corto plazo

Contratar una hipoteca fija ya cuesta lo mismo que una variable