miércoles. 24.04.2024

El consumo eléctrico durante esta Semana Santa, la segunda consecutiva marcada por el covid-19, ha sido "prácticamente normal" y apenas ha podido distinguirse de la media de los cinco años anteriores a la crisis sanitaria (de 2015 a 2019), según Unieléctrica.

 

Para la comercializadora de energías renovables, estos datos indican "una relativa vuelta a las costumbres familiares para vivir estas fechas", a diferencia con la Semana Santa de 2020, con la población entonces confinada, incluido el típico bajón en la demanda del Viernes Santo por la tarde como reflejo de que muchos hogares estaban sin sus residentes.

 

El Jueves Santo (1 de abril) se registró un pico a las 21:23 horas de 27.718 MW de demanda, algo por debajo de la media entre 2015 y 2019 (28.322 MW), al igual que ocurrió el Viernes Santo, con 26.365 MW a las 21:25, frente a los 26.889 MW de media de la demanda máxima, y el Sábado de Gloria, con 27.392 MW a las 21:28, sobre los 28.374 MW del lustro pre-pandemia, ha detallado Unieléctrica este domingo en un comunicado.

Sin embargo, la gran diferencia se encuentra con la Semana Santa del año pasado, en la que el consumo cayó con picos de demanda máxima casi a las mismas horas, pero mucho más bajos, al registrarse 25.566 MW el Jueves Santo, un 9,7% menos de la media del lustro anterior; 24.939 MW, el Viernes Santo, un 7,3% menos, y el Sábado de Gloria, un 11,6% inferior.

 

De acuerdo con la comercializadora, independientemente de los picos, que se producen al anochecer, "llama mucho más la atención la curva de estos días", ya que hasta 2020 siempre se registraba un aumento notable entre las 10 y las 14 horas, tramo del día coincidente con la actividad industrial y comercial y en la que se formaba una meseta en la demanda de electricidad.

 

Esta meseta desapareció durante el confinamiento, con un ascenso que, de la mano de los hogares y sin actividad comercial y hostelera, fue continuo desde la madrugada del Jueves y Viernes Santo y el Sábado de Gloria hasta las 14:00 aproximadamente, para descender después a media tarde y elevarse de nuevo para alcanzar el pico diario.

 

Las curvas de los días fuertes de la Semana Santa de 2021 han vuelto a registrar "esta vuelta a cierta normalidad, reapareciendo la citada meseta entre las 10:00 y las 14:00, señal de una actividad que no tenía que ver solamente con el consumo en los hogares".

 

Asimismo, se ha observado de nuevo en 2021 el típico descenso en la tarde del Viernes Santo en la demanda del consumo respecto al día anterior y el posterior, como reflejo de que muchos hogares no estaban ocupados en esos momentos y las familias aprovecharon para salir, todo ello pese a las restricciones de actos y las de movilidad entre territorios.

 

Más aún, el descenso de la demanda el Viernes Santo estuvo en cierta forma en línea con la media, ya que en 2021 la energía suministrada en su mayor pico fue del 3,7% menor respecto a la de la jornada posterior, mientras que en los cinco años pre-pandemia este descenso fue del 5,2% de promedio.

Una Semana Santa casi normal a efectos del consumo eléctrico pese a covid-19