viernes. 26.04.2024

El precio de la electricidad en el mercado mayorista sigue con su escalada libre sin vislumbrarse un techo a corto plazo y más aún ahora con la Guerra de Ucrania como telon de fondo.

 

El precio de la luz, en estos momentos multiplica por más de ocho el importe registrado hace justo un año, cuando se pagaba a 45,07 euros/MWh, y es un 84 % superior que cuando comenzó la guerra, el pasado 24 de febrero.

 

Además, el precio para este domingo superará por cuarto día consecutivo la barrera de los 300 euros/MWh, un valor que solo se ha alcanzado en trece ocasiones desde que existen registros.

 

Este incremento afecta a aquellos hogares con tarifa indexada, con un funcionamiento regulado por el mercado mayorista de electricidad -similar a la Bolsa- y con cuantías diferentes cada hora, que hará aún más difícil la ‘cuesta de enero’ para estas familias, que engloban a 11 millones de personas en España. 

 

Para conocer la tipología de tarifa eléctrica del hogar, basta con comprobar en la factura de la luz los datos del contrato. En los casos que aparezca ‘tarifa PVPC’ o ‘tarifa regulada’, afectará la mencionada subida del precio de la luz.

 

Ante esta situación  os ofrecemos una guía con algunas claves para ahorrar en la factura de la electricidad.

 

Comparar precios con las diferentes comercializadoras: En los últimos tiempos se han multiplicado las comercializadoras de energía eléctrica y por lo tanto resulta fundamental, aunque parezca complicado intentar encontrar compañías de luz baratas o como mínimo a unos precios competitivos. Esto pasa por comparar precios y tipos de tarifas y prestar atención a la letra pequeña de las ofertas.

 

Luz natural: aprovechar al máximo todas las horas de sol con las cortinas y persianas abiertas para que entre la luz natural. Apagar siempre la luz si no se está utilizando o no es estrictamente necesaria.

 

Bombillas LED: la tipología de bombillas repercute notablemente en la factura de la luz. Apostar por las de LED en lugar de incandescentes supone un ahorro de más del 80%, pues necesitan mucha menos energía para su funcionamiento y la cantidad de luz que dan es la misma.

 

Además, duran mucho más: de media 9 años, frente al año y medio de las bombillas tradicionales. Igualmente, las bombillas LED son más eficientes y suponen un mayor ahorro que las de tipo halógenas o de bajo consumo. Otra buena práctica es reducir el número de bombillas por estancias, ya que en muchas ocasiones una lámpara tiene más de las necesarias o hay dos focos de luz muy seguidos. Se pueden eliminar algunas de estas bombillas o, en lugar de dos, utilizar una sola pero más potente, que consume menos.

 

Prácticas de ahorro en dispositivos electrónicos: cargar la batería al completo y en modo avión, no dejar los aparatos eléctricos en modo standby para reducir así un 10% al año en la factura o sustituir pantallas normales por LCD para ahorrar hasta un 37% de energía son algunos trucos de ahorro en el uso de dispositivos electrónicos. 

 

Potencia real vs contratada: normalmente la potencia eléctrica contratada es mayor a la necesidad real de consumo de un hogar, pagando un coste superior al que realmente se necesita. Por tanto, es recomendable revisar la potencia de electricidad contratada, es decir el número de aparatos que se pueden tener enchufados al mismo tiempo sin que salte la luz. ¿Cómo? Sumando el gasto de todos los aparatos eléctricos del hogar y a partir de esta suma contratar la potencia necesaria. La calefacción eléctrica tira mucho de la luz y necesita entre 1.000 – 2.000W de potencia, aunque si es calefacción de bajo consumo, baja a 400-800W. El horno, la lavadora y el lavavajillas son los electrodomésticos que más potencia necesitan, con 1.200–2.200W, 1.500W y 2.200W, respectivamente.

 

Tarifa de discriminación horaria: tanto para hogares con tarifa regulada o PVPC como para los que ajustan su factura eléctrica según el mercado libre, es posible contar con las ventajas de discriminación horaria. Se trata de concentrar una gran parte del consumo eléctrico (al menos el 30%) en una franja horaria que va de las 22h hasta las 12h todo el año y desde las 23h a las 13h en verano. Estas serían, por tanto, las mejores horas para poner la lavadora o el lavavajillas, cocinar o cargar los dispositivos electrónicos, y evitar las horas normalmente más caras (14-17h y 21-22h). En los hogares con tarifa PVPC, es mejor concentrar el consumo eléctrico el fin de semana, que suele ser más económico.

 

Uso eficiente en calefacciones eléctricas: a mayor número de grados, más gasto de calefacción. De media, por cada grado menos se ahorra entre un 7-11% de la energía. La temperatura ideal está en torno a los 19-21 grados y se recomienda no sobrepasar los 16º por la noche. Además, es recomendable el uso de termostatos automáticos de regulación de temperatura, así como vestir en casa con ropa acorde al invierno y no tener encendidos los radiadores de estancias que no se utilicen habitualmente

 

Buen uso de los electrodomésticos en la cocina: estos aparatos suponen un importante gasto en la factura eléctrica y con pequeños trucos se puede reducir esta cuantía:

  • No abusar del uso del horno para cocinar, pues es uno de los electrodomésticos de mayor consumo. Cuando se utilice, no abrirlo varias veces porque pierde temperatura y gasta más al tener que calentarse de nuevo.
  • Aprovechar calor residual de la vitrocerámica y el fuego, apagándolo unos minutos antes de que la comida esté lista.
  • Evitar abrir y cerrar el frigorífico con mucha frecuencia y mantenerlo en una temperatura de 5º para refrigeración y -18º para congelación.
  • A la hora de lavar la ropa, poner la lavadora a una temperatura entre 40-60º implica un ahorro del 40%.

 

Incorporar estos trucos ayudará a reducir la factura eléctrica, hacer más llevadera la ‘cuesta de enero’ y contribuir a la sostenibilidad y eficiencia energética para también beneficiar al planeta.

Claves para ahorrar en recibo eléctrico y esquivar las continuas subidas