martes. 23.04.2024

A las puertas de las fiestas de Navidad l’Associació de Productors de Bestiar Porcí de PIMEM asegura que se espera una buena campaña de ventas y prevén repetir ediciones anteriores donde la mayoría de las 36 empresas que conforman la asociación de empresarios vendieron el 100% de su producción.

 

Pero la preocupación en el sector de la patronal de la Petita i Mitjana Empresa sigue siendo los precios bajos que se pagan y que en muchas ocasiones no cubren los costes de producción y mantenimiento. Y es que el sobrecoste en alimentación ha subido un 30% respecto al año pasado, según la asociación. Para Toni Mestre, presidente de la entidad, “se trabaja con un precio por debajo del coste de producción y esto de seguir así aboca a la desaparición de nuestras granjas”.

 

El factor más decisivo y, que contribuye a la disminución del precio, es la fuerte competencia que ejercen los grandes distribuidores que importan mucha lechona de la península cuyo precio es inferior y provoca una fuerte competencia que difícilmente puede superar la “porcelleta mallorquina”.

 

 

La sectorial del sector primario de PIMEM sigue apostando para poner en valor la calidad de su producto frente a la guerra de precios que se establece en el mercado. Mestre asegura que “el cómo se alimenta la lechona mallorquina, la genética y cuidado es la diferencia principal con respecto a lo que se importa. El gusto, la textura es diferente y se nota en seguida y de ahí que las familias de Mallorca sigan confiando en nuestro producto”.

 

Y es que la asociación, a pesar de esta fuerte competencia exterior, sigue vendiendo su producción ya que las familias de nuestra isla están dispuestas a pagar un poco más por tan apreciado y tradicional producto. La misma asociación reconoce que “no se puede cubrir toda la demanda que tenemos, hay una gran aceptación por parte del mercado”.

 

La asociación de PIMEM asegura que la calidad de la “porcelleta mallorquina” se refleja en la publicidad no sólo en las fiestas de Navidad sino durante todo el año. Toni Mestre asegura que “los grandes distribuidores e incluso restauradores no tienen ningún reparo en usar la marca “porcelleta mallorquina” aunque ésta sea de la península. Este engaño al consumidor por una parte duele y por otra deja clara que calidad de la marca y eso siempre es un reconocimiento al trabajo bien hecho que llevamos décadas haciendo”.

 

Los productores de “porcelleta mallorquina” esperan una buena campaña de Navidad
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