jueves. 25.04.2024

Unicaja Banco y Liberbank han aprobado este martes su fusión, una operación que esperan culminar a mediados de 2021 y que permitirá crear el quinto mayor banco de España, con un volumen de activos cercano a los 110.000 millones.



Las dos entidades empezaron a negociar su unión en 2018, pero en mayo de 2019 decidieron romperla; la crisis del coronavirus y la presión del mercado para que los bancos ganen rentabilidad animó a que las conversaciones se retomaran en octubre de este año.



Tras el análisis en profundidad de sus números, lo que se conoce en el argot como due diligence, y varias semanas de intensas negociaciones, los consejos de administración de Unicaja Banco y Liberbank han dado luz verde a la operación.



Unicaja Banco, con una importante presencia en Andalucía y Castilla y León, aportará 63.000 millones en activos y tendrá el 59,5% del grupo resultante, mientras que Liberbank, creado por Cajastur-Banco CCM y las cajas de Cantabria y Extremadura, poseerá el 40,5% y contribuirá con algo más de 45.800 millones en activos.

 

La Fundación Unicaja se mantendrá como accionista de referencia del nuevo Unicaja Banco, con alrededor del 30% del accionariado.

 

Esto es el resultado de la ecuación de canje establecida, una acción nueva de Unicaja Banco por cada 2,7705 acciones de Liberbank, una proporción justa a ojos de Deutsche Bank, asesor financiero de la entidad absorbida.


Ambas sociedades solicitarán ahora la designación de un experto independiente al Registro Mercantil de Málaga para que elabore en el plazo de un mes un único informe sobre el proyecto común de fusión, clave para convocar las juntas de accionistas que en el primer trimestre de 2021 den el visto bueno final a la fusión.



Como toda operación de este tipo, el cierre quedará condicionado a la obtención de las autorizaciones regulatorias correspondientes, pero la previsión es culmine a finales del segundo trimestre o principios del tercer trimestre de 2021.


El futuro grupo nacerá con unos 9.900 empleados -6.200 de Unicaja Banco y 3.700 de Liberbank- y una red cercana a las 1.600 sucursales, de las que unas 1.000 son de la entidad andaluza.

 

La sede social del nuevo Unicaja Banco seguirá estando en Málaga, pero contará además con centros operativos en Oviedo y Madrid.

 

Unicaja Banco se impondrá como marca del grupo, aunque el nombre comercial de Liberbank se mantendrá en sus territorios de origen.


Durante al menos los dos primeros años, el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, ocupará el mismo cargo con funciones ejecutivas en la entidad resultante, mientras que el consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, desempeñará este mismo puesto en el nuevo grupo.

 

De hecho Menéndez será elegido consejero delegado de Unicaja Banco en el primer consejo de administración de la entidad tras la fusión y reportará directamente a este órgano de gestión.

 

Sin embargo, el grupo ha acordado que a mediados de 2023 modificará su modelo de gobernanza y el puesto de presidente perderá sus funciones ejecutivas, como le gusta al Banco Central Europeo, con lo que el consejero delegado ganará poder y entonces se decidirá si continúa Menéndez o se elige a un nuevo primer ejecutivo.

 

Lo que está claro por ahora es que Azuaga y Menéndez serán los dos principales ejecutivos del banco y, por tanto, formarán parte del consejo de administración, que tendrá en total 15 representantes, nueve a propuesta de Unicaja y seis de Liberbank.


Al margen de los dos ejecutivos, habrá siete consejeros dominicales, es decir, que representan directamente los intereses de los principales accionistas; de ellos cuatro velarán por la Fundación Bancaria Unicaja y los otros tres por Liberbank.


El resto del consejo de administración son seis consejeros independientes, de los que cuatro serán propuestos por Unicaja Banco y los otros dos a partir de un planteamiento inicial de Liberbank.

Unicaja y Liberbank culminarán su fusión a mediados de 2021
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