viernes. 29.03.2024

 

La dimisión de Javier Hidalgo como consejero delegado de Globalia es reflejo el proceso de desintegración en que se encuentra inmerso el otrora mayor grupo turístico español, fundado por su padre Juan José Hidalgo hace cinco décadas.

 

Javier Hidalgo, que cuenta actualmente con una participación del 17% en el accionariado del grupo, tomó las riendas de Globalia hace casi cinco años, para ocuparse del día a día de la compañía, mientras su padre seguía siendo su presidente ejecutivo.



El anuncio de su dimisión, adelantado por Vozpópuli entre otros medios y confirmado este martes por fuentes cercanas al grupo empresarial, llega después de la venta a Iberia de su aerolínea Air Europa, que siempre ha sido la joya de la corona de Globalia, por 500 millones de euros, la mitad del precio acordado entre ambas compañías en noviembre de 2019.



La llegada de la pandemia del covid-19 ha impactado de pleno en el sector turístico y el transporte aéreo, dejando a muchas empresas, incluida Air Europa en una situación muy complicada, lo que impedía que la operación se pudiera llevar a cabo en las condiciones acordadas.



Para que el acuerdo pudiera materializarse, han sido necesarios los 475 millones de euros de ayuda que ha obtenido Air Europa del fondo de rescate de empresas estratégicas solventes afectadas por la pandemia, gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi).



También otra ayuda, en este caso de 320 millones, con cargo al citado fondo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ha facilitado la fusión de las agencias de viajes Halcón Viajes y Viajes Ecuador, así como las áreas de receptivo y touroperación de Globalia con la división Ávoris, los negocios mayorista y minorista de Barceló, ratificada por ambos grupos en diciembre pasado.



Globalia estaría, asimismo, negociando la venta de su división hotelera Be Live y a la espera decidir el futuro de su negocio de hándling (asistencia en tierra a aviones y pasajeros), Groundforce, que no está incluido en la venta de Air Europa.



Fuentes de Globalia han declinado hacer ningún comentario sobre la salida de su consejero delegado, así como sobre la deriva empresarial del grupo, mientras que, desde el sector, se señala que es evidente que el grupo está inmerso en una transición que está teniendo efectos sobre lo que ha sido históricamente su gerencia.




Tras haber vendido hace ocho años su participación del 5% en Globalia al Grupo Empresas Matutes, propietario del Palladium Hotel Group, Javier Hidalgo volvió a la compañía en 2016, cuando fue nombrado consejero delegado con el objetivo de poner en marcha un plan para transformarla.



Su nombramiento fue acompañado por el de su amigo Pedro Serrahima como director general de Globalia, quien comentó entonces que el grupo era una "joyita" que había funcionado por la "genialidad" de su presidente y fundador, Juan José Hidalgo, pero que necesitaba "reinventarse".



Serrahima fue impulsor de PepePhone, empresa que había nacido como filial de Globalia, pasando en 2012 a manos de Javier Hidalgo y el grupo Atento y que fue posteriormente vendida a MásMóvil por 158 millones de euros.



Sin embargo, Serrahima dejó Globalia tras apenas un año en el cargo por las diferencias con Javier Hidalgo sobre el modelo y la gestión de la compañía, asegurando que se iba de forma "amistosa" y que su decisión no afectaba a la amistad que unía a ambos.



Después de que Javier Hidalgo se pusiera al frente del grupo, su padre manifestó en varias ocasiones su satisfacción por la gestión que estaba haciendo su hijo: "Mi hijo tuvo muchas acciones, él personalmente, e hizo sus empresas, y ahora ya se ha integrado totalmente en el grupo y es lo que me está dando satisfacción y tranquilidad", señaló en 2017.



Tras la marcha de Serrahima, Globalia fichó un año después para el puesto de director general a Juan Arrizabalaga, por entonces presidente de Altadis, que fue despedido tras apenas seis meses en el cargo.



En 2018, Javier Hidalgo volvió al accionariado de Globalia al adquirir un 10% de los títulos al Banco Popular y a Inversiones Tirema, con lo que se convirtió en el segundo principal accionista de la compañía, por detrás de su padre, participación que posteriormente amplió hasta un 17%, tras hacerse con un 7% que se encontraba en manos de Unicaja.

La dimisión de Javier Hidalgo confirma el proceso de desintegración de Globalia