jueves. 25.04.2024



Hace 70 años en la Porta de Sant Antoni nacía la empresa Pinturas Juliá. Entonces la pintura se vendía a granel y los mismos comerciantes hacían las mezclas hasta que en los años 60 llegó el producto ya manufacturado. Desde esos tiempos ha llovido mucho pero Pinturas Juliá ha sobrevivido a todo tipo de tormentas económicas incluida la última crisis.


En estos momentos el negocio está a cargo de Bartomeu Juliá, la segunda generación y también con responsabilidades para Toni, la que será la tercera generación. Actualmente la empresa cuenta con una tienda en Marques de Fuensanta en Palma, otra en el polígono de Son Castelló orientada al sector industrial y una tercera en Manacor.

 

Por el camino se quedaron otros dos establecimientos que estaban especializados en fotografía.

Bartomeu Juliá comenta que “actualmente estamos especializados pintura náutica de embarcaciones, profesional pintor y decorador y en venta a particular. Nuestra fortaleza es nuestro amplio surtido y asesoramiento personalizado”.


El negocio ha superado de forma exitosa los años de crisis no sin sacrificios hasta el punto de que el nivel de facturación ya es el mismo que antes de este periodo oscuro. De hecho, a pesar de que la meta es consolidar las actuales tiendas, no se descartan nuevos establecimientos si surge la oportunidad.


En los últimos años, uno de los sectores claves para esta recuperación ha sido el hotelero ya que las grandes reformas de mejora de la calidad de los establecimientos han tirado con fuerza de sectores como el de los pintores profesionales. También la náutica, especialmente los barcos de gran eslora y sobre todo regentados por extranjeros, han disparado la demanda ya que el mantenimiento de estas embarcaciones es costoso y requiere mucho trabajo.


Bartomeu y Toni lo tienen claro. El secreto para que una empresa aguante tanto tiempo “es reinventarse cada día, entender el negocio y asimilar las novedades a la vez que se trabaja con entusiasmo y constancia.


“La crisis nos obligó a ser más eficientes en todo, en personal, en logística, en compras y también en marketing” comenta Toni. Ahora tenemos quedar un paso adelante más y meternos de lleno en el mundo on line”.


Eso sí, Bartomeu y Toni se quejan amargamente del boom de grandes superficies comerciales de bricolaje que se ha producido en los últimos años y en especial de algunas que se han orientado hacia los profesionales con unos precios de risa. “Ante ello no nos ha quedado otra que diferenciarnos por servicio, garantía y asesoramiento” dice Toni.


Eso si, lamentan que, a pesar de que estos grandes almacenes han creado centenares de puestos de trabajo también han supuesto la destrucción de muchos más de pequeños negocios. En este sentido recalcan que estos trabajos son de menor calidad y temporales cuando nosotros tenemos a todos nuestros empleados fijos y algunos llevan más de 35 años con nosotros”.


Otro hecho que preocupa es la proliferación de franquicias en Palma y la pérdida de tejido comercial. Bartomeu y Toni reclaman a las administraciones más apoyo tanto en promoción como en facilidades para trámites burocráticos.

Juliá: “La clave para cumplir 70 años es reinventarse cada día”
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