viernes. 29.03.2024

Aquella iniciativa singular se ha consolidado con el paso del tiempo y no sin pocas vicisitudes. Al frente de él encontramos a Joan Ramis con el que hemos conversado de este proceso.

-¿Cómo fueron los inicios y como se ven ahora con perspectiva?

-En primer lugar enseguida notamos que el trabajo de recuperación que hicimos de un gran patrimonio industrial tuvo un gran resultado estético y práctico. Todo el mundo nos lo reconoció y eso que no era un reto nada fácil. El impacto nacional e internacional que hemos cosechado ha sido bueno con apariciones en numerosas revistas y publicaciones.

Otra cosa ha sido el negocio en si mismo. A los pocos meses de abrir me di cuenta de que la estructura empresarial que había creado para llevar a cabo el proyecto de Fábrica Ramis era incompatible con las cuentas de resultados. Fue un primer golpe duro. Empezamos con 22 empleados incluyendo el restaurante y tuvimos que afrontar una reestructuración inicial por que los gastos de personal eran inasumibles con aquellos ingresos.

-¿Y cómo se dio este impacto?

-Tuvimos una gran dificultad. Y es que nos habíamos planteado el negocio como una combinación de diferentes servicios y desde el principio tuvimos señales de que algunos de estos servicios no tendrían recorrido en Inca. Este fue el caso de las salas de formación. Otro caso fue el intentar gestionar directamente un restaurante sin tener experiencia previa. Esto nos obligó a reaccionar rápido.

-¿Pero no tenían un plan de negocio con números realistas?

-Vamos a ver. Si se monta un hotel por ejemplo es relativamente fácil hacer unas previsiones pero en el caso de Fábrica Ramis no había ninguna referencia en Mallorca similar y todo era nuevo. De hecho, hasta para conseguir financiación tuve que avalar con mi patrimonio. Si no hubiera sido así ningún banco se hubiera arriesgado en dar dinero para un proyecto como este.

-¿Y finalmente?

-Pués que calculábamos que en un año y medio podríamos llegar a un punto muerto en el que empezar a generar beneficios y la realidad ha sido que no hemos conseguido conquistar esta situación hasta ahora.



"Hemos sido distinguidos como uno de los mejores coworkings a nivel internacional"



-Uno de los espacios más conocidos es el coworking.

-Efectivamente. Se trata de una área de negocio plenamente consolidada. Es cierto que con la gran cantidad de espacio que tenemos podríamos tener a muchas más empresas pero no nos quejamos. Hemos sido distinguidos como uno de los mejores coworkings a nivel internacional y estamos atrayendo a muchos emprendedores.



-¿Qué balance hace del edificio como centro de convenciones?

-Este ha sido el aspecto más positivo del proyecto por que nos ha funcionado bien después de mucho esfuerzo y eso que aún tenemos que potenciarlo más y vender mejor este producto.

Desde que arrancamos apostaron por nosotros empresas como Camper, Iberostar y después Repsol, Caixa Colonya o Motor Mallorca entre otras muchas. Todas ellas han encontrado un espacio funcional, diferente y con muchas posibilidades y el grado de satisfacción que hemos recogido ha sido muy alto. De hecho, diferentes empresas han repetido eventos.

Y ahora hasta hemos empezado a organizar bodas. Creo que este es un mercado muy interesante que por ejemplo en Barcelona está en pleno auge ya que la gente busca espacios alternativos donde casarse.



-¿Cómo ha sido la convivencia con el Palau de Congresos?

-El Palacio ha hecho crecer el mercado de eventos corporativos en Mallorca. Con ello quiero decir que todos ganamos por que algo de este mercado no nos llevaremos también. Hay que tener una visión amplia de las cosas. De hecho desde el Palacio de Congresos nos han solicitado tarifas para realizar eventos complementarios para sus congresos en espacios diferentes.


"Es muy positivo que el sector MICE este subiendo por su aspecto antiestacional"



-¿Diría que son complementarios?

-Si que somos complementarios por que disponemos de productos diferentes que unidos pueden funcionar bien. Particularmente pienso que es muy positivo que el sector MICE este subiendo por su aspecto antiestacional. Durante muchos años hemos luchado en Mallorca por desestacionalizar el turismo con ciclismo, senderismo o golf. Ahora tenemos un recurso muy potente como es el de los congresos.

En cuanto al Palau de Congresos tiene muchos aspectos positivos pero también algunos fallos estructurales que pueden ser salvables. La principal queja que me ha llegado ha sido que no hay salas de reuniones pequeñas suficientes para los grandes eventos. Creo que el Palau no está bien balanceado. Mientras que Fábrica Ramis en Inca tiene un grado de flexibilidad del 90% posiblemente el Palau tenga solo un 50%. Eso sí, el hecho de contar con un gran hotel conectado es una ventaja competitiva muy importante.



-¿Cómo vé usted la situación económica de esta Inca postindustrial y centrada en los servicios?

-El señor Llorenç Fluxá de Camper me dijo que tendríamos que cambiar la manera de ver nuestra ciudad e insertarla dentro de una isla que funciona como una gran zona metropolitana. Con ello no quiero decir que se tenga que urbanizar todo ni mucho menos sino que por ejemplo veamos al tren más como un metro en superficie.

Si lo planteamos así veremos que la zona de atracción económica y de desarrollo sería mucho más amplia que Palma. En Inca tenemos mucho en positivo pero también mucho por mejorar. El comercio vive una situación incierta por el desarrollo de internet y tiene que dibujar un nuevo futuro pero los comerciantes aún están demasiado encerrados en si mismos.



-¿Y que haría para revertir esta situación?

-En Inca, como nexo de comunicaciones tiene lógica seguir explotando nuestra virtud como un gran centro de logística para las empresas. Hay que ejecutar el tercer polígono que permitirá disponer de 300.000 metros para atraer nuevas empresas. Eso sí, es un proyecto complicado sobre todo por la financiación. Yo soy el presidente de la junta de compensación de propietarios y nuestra lucha ahora mismo es conseguir este dinero para ejecutar la urbanización.



"La oportunidad de Inca sería convertirla en una especie de Parc Bit urbano dentro de una década"



-¿Y más allá del polígono?

-Si se quiere dar un giro a la ciudad hay que ejecutar algún proyecto urbano emblemático y atractivo. Por ejemplo en la calle Bisbe Llompart hay hasta cinco antiguas fábricas abandonadas. Con iniciativas públicoprivadas se podrían reformar estos espacios y dedicarlos a organización de eventos, a cultura, a coworkings, a iniciativas tecnológicas. La oportunidad de Inca sería convertirla en una especie de Parc Bit urbano dentro de una década.



-Si pasamos a nivel general ¿Como vé la situación balear con un sector turístico que está frenando?

.-Los ciclos económicos son inevitables y siempre hay que estar preparado. Hay que pensar que vendrá un bajón por que este llegará. El problema es saber cuando y como llega. Hay que tener en cuenta los márgenes con los que trabajan los hoteleros. Ningún otro sector económico produce tanto con un esfuerzo similar. Es una gran virtud y deberíamos valorar el hecho de tener una industria con esta potencia.



-¿Estamos pecando de falta de diversificación poniendo todos nuestros esfuerzos en el turismo?

-Es cierto que seria bueno diversificar. El sector primario tiene una gran oportunidad. Ahora que somos más conscientes del medio ambiente y que lo local importa, recuperemos la parte de producción local y hagamos que este producto llegue a la gente. Yo haría exenciones fiscales a la gente que crea producto local pero eso depende en muchas ocasiones de lo que decide el Gobierno central y es complicado.

Los políticos deben tener visión a largo plazo y si advierten un desequilibrio entre el sector servicios, la industria y la agricultura deben tomar decisiones para favorecer estos últimos sectores para que sean competitivos.



"Yo haría exenciones fiscales a la gente que crea producto local"



-Hablemos de emprendedoría. ¿Hace falta espíritu emprendedor? Y sobre todo.. ¿Hace falta formación enprendedora?

-En educación mes vale que eduquemos a nuestros hijos en valores ciudadanos básicos democráticos y sociales por que tenemos que aprender mucho como Sociedad. Después que aprendan matemáticas, historia y demás...

Si tienen estas bases la emprendeduría yo la veo no como algo que enseñar sino como algo práctico. Más que educación hace falta apoyo a la emprendeduría.



-¿De qué tipo de apoyo hablamos?

-En Estados Unidos lo tienen muy claro. Estamos hablando de que no tengas trabas administrativas para crear una empresa, que puedas acceder a un buen asesoramiento cuando arrancas, que haya financiación para tus ideas y que la fiscalidad te ayude en lugar de lastrarte.

"En Fábrica Ramis somos complementarios con el Palau de Congresos"