viernes. 19.04.2024

PIMEM ha sido informada que dos empresas de materiales de construcción ya están notando los efectos de la huelga del transporte y sobre todo la huelga que se está produciendo en Valencia, ciudad de la cual llega el cemento para estas dos empresas.

 

En concreto estamos hablando de Paviments Lloseta y del Grupo Puma, ambas empresas integradas en la asociación Construïm.

 

En el caso de la fábrica de Lloseta su director general, Joan Sampol, ha asegurado que “ya hay dos máquinas paradas por falta de materia prima y de seguir con el bloqueo el fin de semana seguirán paradas hasta tener el material y poder reanudar la actividad”. Paviments Lloseta informa que tiene stock hasta el miércoles. Pero otra gran preocupación son los precios del cemento que según Sampol, “subieron el año pasado un 9% y este año sobre una base de 115 euros la tonelada ya ha habido una subida de 15 euros durante el mes de enero y se espera otra subida de 25 euros de cara a mayo, hablamos de una acumulación del 35%”.

 

Otro frente que hay que tener muy en cuenta, Paviments Lloseta, son las licitaciones de obra pública ya que de seguir esta escalada de precios dentro de 3 o 4 meses las constructoras no podrán hacer frente a los proyectos licitados y debido a unos costes inasumibles. Y es que, a pesar de la voluntad de la administración de revisar los precios, el director general asegura que “no deja de ser muy complicado”.

 

El Grupo Puma, a través Rosabel Sugrañes su gerente, ha comunicado a PIMEM que el martes cierran la fábrica por falta de suministro de cemento. Sugrañes asegura que “hemos pasado a gestionar el stock que tenemos y serviremos lo que tenemos a los clientes más importantes y fieles dejando sin servir una parte de nuestro mercado”. La gerente de Puma añade que “de seguir este bloqueo tendremos que dar vacaciones a los trabajadores o simplemente dedicarnos al mantenimiento durante una semana”.

 

Por su parte el presidente de PIMEM, Jordi Mora, asegura que “el no a la huelga de ASTAM era precisamente para evitar lo que hoy pasa en Valencia, que la industria quedase paralizada en un momento muy complicado y por eso apelamos a la responsabilidad y a esperar que el Gobierno tenga tiempo de maniobrar y cumplir con la rebaja del precio de los carburantes”. “Hay que tener en cuenta que las palancas que mueven estos precios no están en manos sólo de Madrid, sino que debe haber consenso y coordinación con Bruselas” añade Mora.

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