miércoles. 24.04.2024

"Todos los esfuerzos que hagamos en el ámbito digital o en el ámbito financiero son baldíos si no mejoramos la reputación. Es clave contar con empresas que tengan una función social que vaya mas allá del puro negocio", ha dicho Gual este miércoles en el curso de la UIMP organizado por la APIE y el BBVA.



Gual ha destacado la necesidad de que la banca esté orientada hacia una visión de largo plazo y no cortoplacista para mantener la confianza en el cliente y fomentar la fidelidad y el sentido de compromiso.



De hecho, ha considerado que la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria da mayor seguridad jurídica a las partes, sobre todo, tras los problemas reputacionales vinculados a las cláusulas suelo.



"En el ámbito más controvertido esperamos ir hacia una tendencia de mayor tranquilidad", ha dicho, tras incidir en que la nueva ley ha sido muy consensuada y Caixabank no tiene una política de trasladar al cliente los nuevos gastos que asume ahora la banca.



En este aspecto ha dicho que la política comercial de Caixabank está más vinculada a los cambios en los tipos de interés o a la evolución de la competencia.



Gual ha destacado que el reto tecnológico es importante, pero que mejorar la reputación es "fundamental".



"Es importante que las empresas incorporen objetivos no financieros también que tengan que ver con el bienestar de la sociedad. Naturalmente la rentabilidad es importante pero es solo un medio para un objetivo más amplio y profundo", ha recalcado.



Ha explicado que las entidades deben actuar evitando el cortoplacismo y tener objetivos a largo plazo que son los que impulsan la cuenta de resultados mejorando los ingresos y el patrimonio de los clientes. "Un sesgo cortoplacista es especialmente nocivo", ha indicado, además de abogar por cuidar un modelo de grupos de interés.



Para Gual, la confianza de los clientes es fundamental para la banca y "lo único que puede aportar es seguridad jurídica".



A su juicio, para que las entidades puedan competir con los gigantes de Internet, deben preservar esa confianza mediante un uso responsable de los datos de los clientes, siendo escrupulosos en la protección de su privacidad y sin facilitarlos nunca a terceros sin el consentimiento previo de estos.



Ha lamentado que desde las administraciones se propicien cambios que faciliten la entrada de competidores y ha pedido dar respuesta para evitar una posición de dominio de estas plataformas.



Por ejemplo, extender a los operadores la portabilidad de los datos a los que están sujetos los operadores financieros, limitar la cantidad de datos que una misma empresa puede acumular o incluso aplicar el concepto de responsabilidad fiduciaria o intervenciones de las autoridades de la competencia.

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