sábado. 20.04.2024

 

Más allá del sector turístico Baleares cuenta con empresar relevantes a nivel internacional que se han convertido en ejemplos en su sector. El Grupo Sampol es una de ellas. Hoy conversamos con su consejera delegada, Carmen Sampol, para analizar el momento exacto por el que pasa la empresa.

 

 

-Sampol se ha convertido en estos momentos en un ejemplo de internacionalización de una empresa en Baleares. ¿Cuál ha sido la clave de este crecimiento?

 

-Sampol ha vivido dos procesos de internacionalización en sus más de 80 años de trayectoria. La primera fue en los años 90, cuando acompañamos a la industria hotelera en su salida al exterior. La segunda ha sido más reciente, motivada por la falta de oportunidades en territorio nacional.

 

En ambos casos, Sampol ha querido buscar nuevas oportunidades de negocio para seguir creciendo y seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer: ingeniería aplicada a instalaciones de valor añadido.

 

-Es difícil encontrar ejemplos de empresas en Baleares de este impacto internacional que no estén vinculadas al turismo. ¿Por qué?

 

-En Mallorca y en Baleares había empresas industriales importantes en los años 50 y 60 pero cuando llegó el boom turístico, muchos empresarios decidieron cambiar de rumbo e invertir en turismo o se especializaron en ofrecer sus servicios a las empresas turísticas.

 

Por otra parte, estando en una isla, todo lo que es transporte encarece el producto final y por tanto, las empresas de las islas pierden ventaja competitiva. Eso hace que las empresas de las islas tienen que apostar por diferenciarse en servicios, diseño, que hoy en día con las nuevas tecnologías se puede exportar sin coste adicional. De hecho, el know how turístico de nuestras empresas ¡es reconocido en todo el mundo!

 

-Desde hace poco Sampol se está abriendo paso como comercializadora de energía. ¿Cuál es la situación actual y que previsiones de crecimiento hay?

 

-Desde el año 2005 que se liberó el mercado de la energía en España, Sampol está tratando de hacerse un hueco tanto en generación, en distribución, como en comercialización.

 

En el aspecto comercial, el cambio empieza a notarse sobre todo para las empresas que al tener un mayor volumen, pueden elegir su comercializador. Por ejemplo, Emaya nos adjudicó la compra de la energía y en un año se ahorró un millón de euros. La diferencia estriba en comprar la energía en las horas de menor consumo.

 

En Baleares hay varias empresas comercializadoras y las perspectivas de crecimiento son buenas aunque es un negocio con los márgenes muy ajustados.

 

-Hace solo dos años Sampol tuvo que hacer un recorte importante de plantilla a causa de la reforma energética y la supresión de las ayudas a las renovables. ¿Se ha superado esta situación?

 

-Sampol ha conseguido superar la crisis y vuelve a crecer. Efectivamente en 2014 Sampol tuvo que prescindir de algunos de sus trabajadores por la falta de negocio en España, donde teníamos concentrada a buena parte de nuestra plantilla. A algunos los enviamos a nuestras sedes en otros países y otros tuvieron que salir, lo que fue muy duro.

 

Esos reajustes nos permitieron seguir adelante y podemos afirmar que hemos superado esa situación con nota. 

 

-¿Cuál es el futuro de la energía renovable en Baleares y España?

 

-Bueno, es difícil adivinar cuál es el futuro de las energías renovables en general ya que depende mucho de la regulación y de la voluntad de los gobiernos. Lo que sí que está claro es que debemos tender a producir energía de manera más eficiente y limpia, así lo han acordado todos los países en el reciente Acuerdo de París.

 

En nuestro caso, tenemos mucha experiencia en la producción de energía de manera eficiente a través de la cogeneración y nos gustaría poder implantar ese modelo en Baleares, que es nuestra casa, y donde el modelo energético debería cambiar porque está totalmente obsoleto.

 

-En estos momentos se trabaja energéticamente con empresas y pymes. ¿Para cuándo los clientes particulares?

-Uno de los modelos que defiende Sampol es el de la generación de energía distribuida, que se refiere a fuentes no centralizadas de generación eléctrica que utilizan recursos como la energía eólica, fotovoltaica o la producción combinada de calor y electricidad y que se encuentran cerca de los consumidores.

 

Así tanto empresas como particulares podrían alimentarse de fuentes de energía comunes con menos emisiones de dióxido de carbono. Por ejemplo, nuestra central de cogeneración del Parc Bit, alimenta de energía eléctrica, térmica y frigorífica al Parc Bit y a la Universidad, pero podría alimentar también a otros consumidores particulares.

 

La principal dificultad son los distintos volúmenes de consumo que determina la fijación de las tarifas. Pero sin duda, es el camino.

 

-Estamos en un momento de recuperación económica general. ¿Qué perspectivas de facturación, creación de empleo y nuevos proyectos tienen para este 2016?

 

-En 2015 hemos crecido un 5% con respecto a 2014, lo que se traduce en creación de empleo y capacidad para abordar nuevos proyectos.

 

Poco a poco vamos recogiendo los frutos de la labor que realizan nuestras nuevas sedes en países como México, Colombia, Panamá,  República Dominicana o Jamaica, donde vamos abordando proyectos cada vez más interesantes. Pensamos seguir por la misma senda en 2016.

 

-A nivel internacional, ¿hay alguna estrategia de implantación en nuevos mercados?

 

-Sampol está presente en Latinoamérica y es allí donde vemos más oportunidades de negocio; queremos aprovechar la red que ya tenemos y seguir trabajando allí, lo que no impide, que si surgen oportunidades de negocio en otros mercados, las estudiaremos por supuesto. Muchas veces nuestros propios clientes y proveedores nos invitan a colaborar con ellos en distintos proyectos.

 

-¿Cuál es la división de la empresa que tiene mejores perspectivas en estos momentos?

 

-Sampol tiene tres unidades de negocio principales: instalaciones, energía y comunicaciones. Cada una de ellas crece en sus mercados, pero sin duda, las que tienen más crecimiento son energía y comunicaciones por las oportunidades de negocio y porque Sampol puede aportar mucha experiencia en ambos.

 

Por ejemplo, en este último año nos han adjudicado un proyecto en México para instalar sistemas de seguridad en la red de guarderías nacional; o para trabajar en la instalación de unos motores en pozos de petróleo de Pemex. Estamos muy ilusionados.

 

-Nos encontramos en momentos políticos muy inciertos. ¿Cómo se ve desde la empresa esta situación? Todos apelan a la palabra estabilidad.

 

-Nosotros lo vivimos con preocupación porque lo que necesitan las empresas para trabajar es estabilidad jurídica y estas situaciones de incertidumbre generan muchas dudas a los inversores.

 

Sin embargo, me gustaría destacar que las empresas de Baleares y Sampol entre ellas, han demostrado al cabo de los años, su capacidad para superar cualquier tipo de situación. No obstante, espero que sean responsables y trabajen por el futuro de nuestro país.

Carmen Sampol: "Las empresas de las Islas tienen que apostar por diferenciarse en...
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