En la última reunión entre los sindicatos y CaixaBank, celebrada este jueves, la dirección ha comunicado que el 1 de abril empezará la cuenta atrás, con lo que, si no hay acuerdo al finalizar los 30 días preceptivos, podría aplicar el ajuste de manera unilateral, han confirmado fuentes sindicales y de la entidad.
En un comunicado, CCOO, sindicato mayoritario, ha señalado que "la apertura del proceso formal significa que, en estos momentos, hay 2.157 despidos forzosos, movilidad forzosa y modificación de las condiciones laborales como el horario y la promoción profesional".
La central ha denunciado que la negociación, que empezó de manera informal el pasado enero, se lleva a cabo "sin concesiones" y que "los escasos movimientos han sido simbólicos".
El secretario general de CCOO en CaixaBank, Ricard Ruiz, ha denunciado además en declaraciones que la dirección ha elevado la presión con la presentación de un documento sobre la movilidad geográfica que considera "un intento de purga".
"El documento apunta que, si no hay traslados voluntarios, se llevarán a cabo de manera forzosa y, si alguien se niega, será despedido con una indemnización de 20 días por año trabajado. Se trata de un intento de purga", ha aseverado Ruiz.
CCOO ha rechazado el documento y considera que está siendo utilizado para "presionar" a la plantilla mientras se ofrecen bajas incentivadas.
La representación de la plantilla exige a la dirección del banco que renuncie a hacer despidos forzosos si no se cubren voluntariamente las 2.157 extinciones de contrato previstas en el ERE (Expediente de Regulación de Empleo).
La empresa y los sindicatos volverán a reunirse en un encuentro aún informal el próximo 21 de marzo, en Madrid.
