viernes. 29.03.2024

 

Abengoa avanza estos días en la elaboración de su plan de viabilidad, del que están pendientes empleados, accionistas y, muy especialmente, la banca acreedora, que ha retomado esta semana sus encuentros y que apuesta por que el grupo sevillano financie su liquidez con desinversiones.

 

Una vez lograda una primera línea de liquidez en diciembre del pasado año, el debate sobre el futuro de la compañía de renovables se centra ahora en el plan de viabilidad, que elabora junto a la consultora Álvarez & Marsal -para su desarrollo- y con la colaboración de Lazard -en materia financiera y de venta de activos-.

 

La firma energética y medioambiental pretende preservar sus activos de mayor valor añadido y lograr el consenso de sus grupos de interés, a los que presentará el documento una vez que pase por el Consejo de Administración a finales de enero.

 

También tendrá que contar con el visto bueno de KPMG, que actúa como asesora de la banca en el proceso y que tiene la misión de desarrollar una "solución global", que podría implicar la reestructuración de la deuda.

 

Esta misma semana, la banca ha reanudado sus encuentros para estudiar la situación de Abengoa -que suma una deuda financiera de 8.000 millones de euros, precisamente el factor que la llevó al preconcurso de acreedores en noviembre de 2015-, con la vista puesta en el plan de viabilidad.

 

La banca acreedora, organizada en el denominado G7 bancario (Santander, Bankia, Popular, CaixaBank y Sabadell, junto a HSBC y Calyon), ya concedió un crédito de 106 millones para que la empresa afrontara los pagos urgentes, por lo que de cara al futuro aboga por buscar soluciones alternativas para lograr la liquidez.

 

La solución "lógica", en su opinión, sería la ejecución de las desinversiones previstas por la propia Abengoa en el plan estratégico presentado en verano de 2015 -meses antes del preconcurso-, que ascendían a unos 1.200 millones de euros.

 

De no ser posible, argumentan, podría estudiarse la posibilidad de que el resto de la banca, los bonistas o ellos mismos inyectaran nuevos fondos.

 

Mientras tanto, los sindicatos se han reunido esta semana con la dirección del grupo, que se ha comprometido a mantener el empleo indefinido. Desde la presentación del preconcurso se han destruido más de 500 empleos a través de la no renovación de contratos temporales.

 

Así, Abengoa perseguirá en las próximas semanas el apoyo de sus grupos de interés al plan de viabilidad, el primer paso hacia el futuro plan de reestructuración, que tendrá que ser aprobado antes del 28 de marzo para evitar el concurso de acreedores.

 

En ese futuro, la compañía quiere aprovechar sus "ventajas competitivas clave", que en su opinión son la apuesta por la innovación y la tecnología como motores de desarrollo.

Abengoa avanza en su plan de viabilidad ante la expectación de la banca y empleados