jueves. 25.04.2024

Según las previsiones de BBVA Research, el PIB de Illes Balears podría crecer un 7,1% en 2022 y un 5,0% en 2023. Con ello, la economía insular se situaría como la más dinámica entre las regiones españolas en el trienio 2021-2023.

 

La reducción del riesgo sanitario, la utilización de parte del ahorro acumulado durante la pandemia y la búsqueda de destinos turísticos seguros permitirán un fuerte avance del turismo. Esto junto a la aceleración en la ejecución de los fondos europeos Next Generation EU (NGEU) favorecerá la recuperación de la economía balear.

 

De cumplirse estas previsiones, Balears crearía, en promedio, unos 39.100 nuevos empleos entre 2021 y 2023, lo que permitiría reducir la tasa de paro hasta el 9,5%.

 

En todo caso, la invasión de Ucrania y las consecuencias de las sanciones sobre la economía rusa, así como el aumento del coste de la energía tendrán un efecto negativo.

 

El impacto final dependerá de las medidas que se tomen y del tiempo que se prolongue el conflicto en Europa del Este. También aumenta la importancia de los riesgos asociados a una mayor inflación.

 

Según el último informe ‘Situación Illes Balears’, presentado por Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, y David Conde, director de la Territorial Este de BBVA, en 2021 la economía balear habría crecido un 10,5%.

 

El fuerte avance del turismo, la aceleración del gasto de los hogares y empresas baleares y el impacto de las políticas públicas habrían apoyado esta recuperación.

 

En el primer trimestre de 2022 los datos de actividad en el sector servicios y turismo muestran crecimientos respecto a los niveles observados al inicio de 2021, marcado por las restricciones a la movilidad y actividad como consecuencia de la pandemia, tanto en las islas como en los mercados de origen de los visitantes.

 

Este dinamismo de la economía de Balears se explicaría por la progresiva recuperación de los desplazamientos turísticos, posibilitada por la reducción de la incertidumbre sobre la salud y el ahorro acumulado durante el confinamiento.  El avance del sector turístico, y en particular el turismo nacional, habría impulsado el consumo.

 

Así, la primera Semana Santa sin restricciones tras la pandemia ha permitido una importante aceleración del gasto fuera de la provincia de residencia.

 

En concreto, en las islas s, el gasto realizado con tarjeta de crédito o débito de BBVA, o en TPV de BBVA, por residentes del resto de España superó casi en un 20% el realizado en 2019.

 

Además, el gasto presencial con tarjeta en Baleares en los sectores de restauración y alojamiento ha mostrado una tendencia 11, mayo, 2022 ascendente, y en abril casi duplicaba los niveles de 2019 (+81% y +99% respectivamente).

 

Asimismo, el empleo se habría visto favorecido por la aceleración de la actividad. Aunque debido a la especialización sectorial en turismo la afiliación se redujo más en la región durante la crisis, la recuperación también ha sido más intensa.

 

Así, los últimos datos muestran que el crecimiento interanual de la afiliación a la Seguridad Social en Illes Balears más que dobla el observado en el conjunto de España. Además, los cambios en la legislación laboral están permitiendo cambiar parte de los contratos temporales por indefinidos o fijos discontinuos, lo que podría actuar de soporte para el mercado laboral balear.

 

La economía balear podría recuperar el nivel de PIB precrisis a finales de 2023. El crecimiento continuará siendo elevado durante los próximos dos años, aunque las sanciones impuestas a la economía rusa, el encarecimiento de la energía y de las materias primas y la aceleración de la inflación limitarán el avance de la economía balear.

 

En este contexto, el Servicio de Estudios de BBVA prevé que el PIB balear crezca el 7,1% en 2022 y el 5,0% en 2023, lo que permitiría a la comunidad insular alcanzar un crecimiento mayor que el del resto de comunidades autónomas de 2021 a 2023.

 

Con ello, Balears podría retornar a finales de 2023 al nivel de PIB precrisis. De cumplirse estas previsiones, la economía balear crearía, en promedio, unos 39.100 nuevos empleos entre 2021 y 2023 y la tasa de paro se podría reducir hasta el 9,5%.

 

El escenario de recuperación previsto para los próximos trimestres podría verse afectado por el aumento de la inflación, debido en parte, al elevado coste de la energía.

 

El encarecimiento de los combustibles y de las materias primas también podría afectar al coste del transporte, además de a la producción de servicios y restar competitividad frente a otros destinos..

 

Asimismo, aunque el impacto directo de la caída de la demanda en las economías de Rusia y Ucrania es limitado, el incremento en el precio de la energía afecta intensamente a la capacidad de recuperación de las zonas industriales y a su inversión. Si bien este efecto es menor por vía directa para Balears, el efecto en los mercados de origen del turismo podría ser relevante.

 

Además, se mantiene la incertidumbre respecto a las inversiones asociadas a la ejecución de los Fondos NGEU. El reparto de los fondos europeos en buenos proyectos transformadores y su uso son esenciales para alcanzar una recuperación inclusiva.

 

Por su parte, los riesgos debidos a la COVID-19 son menores, pero aún persisten y no se puede descartar que surjan nuevas cepas, que podrían afectar negativamente, y especialmente a las zonas turísticas, como ya se vió en oleadas anteriores. 11, mayo, 2022 En todo caso, el sesgo sobre estas previsiones dependerá de las medidas públicas para paliar los efectos del conflicto en Europa del Este sobre empresas y familias, así como del tiempo que se prolongue este contexto.

Baleares será la comunidad autónoma con mayor crecimiento hasta 2023