viernes. 19.04.2024

Talleres que pintan falsos arañazos con tiza en los coches para facturárselos a las aseguradoras, clientes que reclaman padecer un miedo insuperable a la conducción tras un siniestro y que son grabados saltándose semáforos en rojo y líneas continuas, o personas que alegan haberse quedado ciegas tras un accidente y que son capaces de caminar sin ningún tipo de ayuda o de hacer tareas domésticas sin ningún problema.

 

Parecen pasajes dignos de la peor picaresca española o titulares sacados de un diario de humor, pero lo cierto es que son algunos de los casos reales destapados por los especialistas antifraude de Línea Directa Aseguradora, que acaba de presentar el ‘V Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos y de Hogar’, el primero en el sector asegurador que analiza una década entera de lucha contra las estafas al seguro (2009-2018).

 

Según el informe, que pone el foco en 60.000 fraudes en el seguro de Autos y más de 6.500 en el de Hogar detectados en los dos últimos años, el número de mafias organizadas que estafan al seguro se ha multiplicado por 3 desde 2013, superando las 500 detectadas en los 6 años analizados. Este incremento fue especialmente acusado en 2018, en el que la compañía registró un aumento de redes organizadas del 23% respecto al año anterior.

 

Estas redes, que a veces presentan conexiones con otro tipo de delitos más graves, presentan una estructura muy jerarquizada y con una cúpula muy pequeña formada por 2 ó 3 personas. Se centran sobre todo en reclamar las indemnizaciones por daños corporales con importes que superan de media los 10.500€, ocho veces más que los fraudes convencionales. Su “modus operandi” suele ser el llamado “fraude en carrusel”, en el que los implicados van estafando a distintas aseguradoras con montajes realizados en rotondas o en colisiones por alcance.

 

Los datos analizados en este barómetro confirman la resistencia del fraude a descender, ya que pese a la mejora de la coyuntura económica registrada en 2017 y 2018 respecto a los años anteriores, casi 6 de cada 100 siniestros declarados en nuestro país en estos dos últimos años fueron falsos, unas cifras muy similares a la de informes anteriores, aunque la estimación del coste total para el sector sí desciende respecto a anteriores Barómetros.

 

Según la estimación realizada por Línea Directa Aseguradora, el importe de las estafas para el conjunto del sector asegurador de autos superaría los 800 millones de euros anuales (2017-2018), aunque si se computara la década entera, el coste total sería astronómico, ya que superaría los 9.200 millones, una cantidad equivalente al 0,8% del PIB registrado por España en 2018.

 

Por su parte, en el ámbito del fraude entre particulares, el coste medio por fraude alcanzaría los 1.296€, casi un 1% más que el registrado en el Barómetro anterior. Respecto a los daños materiales, la estafa más habitual es incluir en el parte daños ajenos al siniestro (85%), mientras que, respecto a los daños corporales, lo más común es simular lesiones o pretender agravar las ya existentes (99,8%). En cuanto al perfil del defraudador, suelen ser hombres jóvenes, de 18 a 24 años, desempleado o con trabajo precario, aunque también se percibe un incremento de los fraudes cometidos por hombres de mediana edad (alrededor de los 40 años), profesionales y con estudios universitarios.

 

Línea Directa ha querido elaborar el 5º mapa del fraude en España mediante el análisis de los más de 60.000 fraudes detectados en los dos últimos años en su cartera, que cuenta más de 2,4 millones de coches asegurados.

 

A tenor de los resultados, el fraude entre particulares parece localizarse en el sur del país, en el que Jaén (8,2%) encabeza el ranking de este V Barómetro, seguida por Sevilla (7,8%) y la Región de Murcia (7,6%), todas ellas muy por encima de la media nacional, situada en el 5,6% de los partes.

 

En lo referente a las mafias, Línea Directa ha establecido una proporción entre el número de redes organizadas que ha detectado y la población de cada Comunidad medida en millones de habitantes. El ránking resultante lo lidera Murcia, que es la Comunidad Autónoma con el índice de mafias más alto. Tras Murcia se sitúan Cantabria, Andalucía y País Vasco. Baleares, por su parte, también se encuentra entre las comunidades españolas con menos redes operando en su territorio.

 

Como gran novedad de este ‘V Barómetro del Fraude en el Seguro’, Línea Directa ha incluido por primera vez los fraudes cometidos en el Ramo de Hogar, un sector que presenta unas características diferenciales: no es obligatorio, hay mucho menos conocimiento sobre el producto que en Autos y menor frecuencia siniestral. Además, las peculiaridades del bien asegurado restringen la tipología de estafas. A la hora de fijar el concepto de Fraude en el Hogar se han eliminado aquellos casos en los que el asegurado desconocía las coberturas o las exclusiones de póliza.

 

Pese a todo ello, la proporción de fraudes en este ramo es más alta de lo esperado, ya que el 2,4% de los siniestros que se declaran al seguro son un intento de estafa. Además, se percibe un importante incremento de la frecuencia del 31% en el último año, que ha pasado del 2% en 2017 al 2,63% en 2018.

 

En lo referente al coste medio, el importe alcanza los 777€ por parte falso, algo comprensible si se tiene en cuenta que la inmensa mayoría de los fraudes de Hogar se centran en los daños materiales, que cuentan con indemnizaciones más bajas que los daños corporales. Respecto al coste total para el sector, Línea Directa estima que el volumen anual del fraude alcanzaría los 166,2 millones de euros anuales.

 

En cuanto a la tipología, los montajes o las simulaciones de accidentes son los intentos de fraude más comunes en el seguro de Hogar (31%), seguidos de la declaración de daños producidos antes de la contratación (25%), los daños provocados por otro siniestro (18%) y la ocultación de una exclusión previa (12%).

6 de cada 100 partes de accidente en Baleares son un fraude