viernes. 29.03.2024

Sin duda alguna, el 21 de octubre de 2015 está grabado en la mente de muchos cinéfilos e internautas como la emblemática fecha en la que Marty McFly viaja al futuro en su DeLorean en la segunda entrega de la saga Regreso al Futuro. Mientras muchos analizan los aciertos y desaciertos vaticinados en la película dirigida por Robert Zemeckis –como los monopatines voladores– nosotros hemos querido hacer un guiño a la película y repasar la tecnología que existía en algunos de los viajes al pasado que realizan los protagonistas de esta trilogía.

Precisamente podemos decir que 1985, el año en que se estrena la primera parte de Regreso al Futuro, marca, en cierto modo, el inicio de internet ya que la empresa de informática Symbolics Inc registró, el 15 de marzo, el primer dominio comercial: symbolics.com. Curiosamente en octubre de 1985 no se registró ningún dominio. Las fechas más cercanas son las del dominio dec.com registrado el 30 de septiembre de 1985 y perteneciente al gigante informático Digital Equipment Corporation –empresa comprada por Compaq en 1998– y el dominio northrop.com registrado el 7 de noviembre de ese año y propiedad de Northtrop Corporation.

En total, a finales de 1985 tan sólo había seis dominios registrados. Hoy, se estima que hay más de 294 millones de dominios de primer nivel (TLDs) registrados en el mundo. En España, según los últimos datos de Red.es, las estadísticas de los dominios “.es” de septiembre revelan que al cierre de ese mes se alcanzaron un total de 1.789.622 registros.

Y si el registro de dominios ha crecido exponencialmente desde los tiempos de Marty McFly, el protagonista de Regreso al futuro, también lo ha hecho la velocidad de transmisión de datos, sin necesidad de tener que usar un 'condensador de fluzo', gracias al despliegue de la fibra óptica y los primeros ensayos de transmisión con tecnología 5G en movilidad.

En tiempos de Regreso al futuro tardabas 4 días en descargar 100 megas

 

En 1986 el primer envío de datos se realizaba a una velocidad de 2.400 bits por segundo. Es decir, que la descarga de 100 MB de datos tardaba más de 4 días. A principios de 2012 Acens anunciaba la ampliación de la capacidad del anillo que une Madrid y Barcelona mediante una red de fibra óptica de 10 Gbps, mientras que a principios de 2014, científicos del Reino Unido conseguían velocidades de 1,4 terabits por segundo (más de 1 billón de bits por segundo). Regreso al Futuro II en HD se descargaría en sólo 2 centésimas de segundo.

Si buscamos las ciudades con las conexiones más rápidas, Singapur con picos de 108,3 megabits por segundo (Mbps) y Hong Kong (94,8 Mbps) son las que cuentan con las velocidades más rápidas y los mayores índices de adopción de conexiones de banda ancha.

En el ámbito de la movilidad, el auge del Internet de las Cosas (IoT) está impulsando el desarrollo de 5G, aún en fase de laboratorio, pero con pruebas que han superado los 1,2 Gbps viajando a 100 kilómetros por hora. Y es que empresas como Huawei estiman que en los próximos años habrá 100.000 millones de conexiones de todo tipo, desde coches hasta sofisticadas máquinas médicas o electrodomésticos, que funcionarán a 10 gigabytes por segundo, una velocidad 100 veces superior a la del actual 4G.

El 23 de julio de 1985 –aunque no se empezaría a comercializar hasta septiembre– se anunció el Commodore Amiga 1000, un ordenador que costaba 1.295 dólares y traía 256 KB de memoria RAM –la misma que el primer Apple Macintosh lanzado en 1984– y otros 512 KB a disposición del usuario. Muy poca memoria comparado con los 1,4 PB de RAM que tiene la supercomputadora más rápida del mundo, Tianhe-2, desarrollada por científicos chinos de la Universidad Nacional de Defensa Tecnológica en junio de 2013.

Pero no todo es década de los 80, ya que el DeLorean también viaja a 1885 y 1955, unos meses antes de que se lance el primer disco duro: el IBM 350, el 4 de septiembre de 1956. Con una capacidad de 4,4 MB, medía 152 cm de largo, 172 cm de alto y 74 cm de profundidad. Hoy en día el almacenamiento de información se hace ubicuo con los discos duros externos de hasta 16 TB en sólo 6,3 centímetros, como el Samsung PM1633a SSD anunciado el pasado agosto. Y sobre todo, gracias a las soluciones de almacenamiento en la nube, donde la capacidad es ilimitada. Por ejemplo, acens Cloud Storage permite archivar más de 5.000 terabytes mensuales de datos.

Regreso al futuro: ¿Cómo ha evolucionado la tecnología en 30 años?