viernes. 26.04.2024


Todos los países de la Unión Europea han reconocido los productos de ferretería y bricolaje como productos esenciales, al mismo nivel que los productos farmacéuticos. España es el único país de la UE, donde los productos y servicios de mantenimiento del hogar no son considerados esenciales.

 

Esto impide el acceso a los ciudadanos a centros de ferretería y bricolaje cuando se limita la actividad comercial y económica solo a servicios esenciales, como por ejemplo, en los momentos de más restricciones del Estado de Alarma.



Durante el confinamiento de la primera oleada, el Gobierno de las Islas Baleares justo permitía tener actividad a los profesionales y mayoristas. Esto hizo que no hubiera remedios para todo el mundo. Mucha gente tuvo necesidad de arreglar un problema de electricidad o de agua (limpia o sucia) y tuvo problemas porque los profesionales estaban desbordados.



La Asociación de Distribuidores de Ferretería y Bricolaje (ADFB) ha enviado una carta al Gobierno central pidiendo que se los considere como esenciales en todas las comunidades autónomas. Asturias, Aragón y Andalucía ya lo han hecho pero Baleares aún no. Es por eso que piden en el Gobierno de Francina Armengol que considere hacer el mismo.



El temporal “Filomena” ha puesto de manifiesto los problemas de acceso de los ciudadanos a productos de mantenimiento (pellets, sal, combustible, palas, calderas, etc).

 

En muchas comunidades, como la balear, los horarios de acceso son muy restringidos. Los distribuidores consideran que la compra en sus centros se puede realizar con comodidad, amplitud y con un riesgo de contagio inferior al otros comercios considerados esenciales.

Pimeco pide a Armengol que declare las ferreterias como comercios esenciales