jueves. 28.03.2024

El 1 de julio de 2018 entra en vigor el decreto sobre reducción del consumo de bolsas de plástico, por el que obliga a los establecimientos a cobrarlas a sus clientes. Esto quiere decir que a partir de este domingo todos los comercios abiertos ya deben seguir esta norma.

 

Según explica Pimem en una nota enviada a sus socios se prohíbe la entrega gratuita a los consumidores de bolsas de plástico en los puntos de venta de bienes o productos, a excepción de las bolsas de plástico muy ligeras y de las bolsas de plástico con espesor igual o superior a 50 micras con un porcentaje igual o mayor al 70% de plástico reciclado.

 

En el caso de la excepción para las bolsas de plástico con espesor igual o superior a 50 micras prevista en el apartado anterior, los comerciantes deberán disponer de documentación proporcionada por el fabricante que acredite dicho porcentaje.

 

Los comerciantes cobrarán una cantidad, por cada bolsa de plástico que proporcionen al consumidor. Para determinar el precio de las bolsas de plástico, los comerciantes podrán tomar como referencia los precios orientativos que proporciona el decreto y deberán informar de forma visible a los consumidores.



Así la normativa, fija un precio de 5 céntimos para cada bolsa de un espesor inferior a 15 micras, es decir, bolsas muy ligeras que no se destinen a un uso sanitario o para alimentos a granel.



En el caso de las bolsas de 15 a 49 micras de espesor, el decreto recomienda cobrar 15 céntimos por bolsa, para las de al menos 50 micras, o 10 céntimos si contienen entre un 50 % y un 70 % de plástico reciclado.



El decreto explica que las bolsas de plástico ligeras se convierten en residuos más rápidamente y tienden a dispersarse como basura con mayor frecuencia debido a su reducido peso y que sus tasas de reciclado son muy bajas.

Los comerciantes deberán cobrar las bolsas de plástico a sus clientes a partir de este...