Después de inmovilizar los objetos precitándolos para evitar preventivamente que se pongan a la venta, las actas policiales se enviarán a los técnicos de la Dirección General de Consumo para que decidan finalmente si se pueden vender a los usuarios, ha informado el Ayuntamiento de Palma.
El dispositivo de vigilancia policial tiene el objetivo de comprobar que todos los productos que se venden en los establecimientos de Palma están autorizados por la normativa de consumo.
Los agentes han comprobado el etiquetado, las advertencias y la seguridad de los objetos y de los juguetes más vendidos durante las fiestas navideñas.
El operativo de control en establecimientos comerciales lo han formado 18 agentes: 7 de la Patrulla Verde y 11 del GAP. Los policías han visitado 16 establecimientos y han comprobado todos los objetos que se vendían en ellos.
En la misma operación se han intervenido 212 efectos contrarios a la Ley de propiedad industrial y se ha instruido un atestado judicial por la venta de dichas falsificaciones
