El mercado precisa una remodelación urgente para volver a ser atractivo tanto para la ciudadanía como para los empresarios.
El presidente de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM), Jordi Mora, ha expresado su tristeza al conocer que el tradicional Mercat Municipal de Camp Redó podría cerrar sus puertas el próximo 31 de julio. “el pequeño comercio tradicional se ha visto desatendido durante mucho tiempo y ahora estamos pagando las consecuencias”.
“El ayuntamiento debe ser una herramienta que ofrezca soluciones a los problemas diarios de sus ciudadanos, que proteja el comercio tradicional y de proximidad, como son los mercados municipales” ha explicado Mora al enterarse de que los pocos comerciantes que quedan en el mercado de Camp Redó les es imposible hacer frente a las exigencias de la nueva adjudicación prevista por Cort.
Para la patronal de las pymes de la isla, la falta de apoyo del consistorio municipal ha provocado que poco a poco “los placeros hayan decidido marcharse y que comerciantes con 40 años de experiencia en este mercado deban marcharse a finales de julio”.
Para Jordi Mora es inaceptable que se exijan hasta casi 500.000 euros para poder acceder a la explotación de la superficie del mercado y 7.000 euros mensuales más entre todos los propietarios para el mantenimiento del mercado. “Estas exigencias no favorecen al desarrollo y crecimiento de las pymes, están condenando a los propietarios a hipotecas imposibles de asumir, de continuar así perderemos nuestros mercados tradicionales”.
Desde PIMEM se hace un llamamiento a que Cort realice “una remodelación de un mercado histórico de Palma que se encuentra en unas muy malas condiciones y ayude a los comerciantes que aún se encuentran a continuar con su actividad”
“Debemos fomentar nuestros comercios tradicionales, defenderlos y cuidarlos. Si ellos crecen, nuestra economía social crece” afirma Mora.
