domingo. 15.09.2024

La Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (conocida por las siglas EMDR) es una técnica psicoterapéutica, reconocida mundialmente, innovadora en el tratamiento de trastornos relacionados con el trauma e utilizada cada vez por más por psicólogos como Marian Batle, Javier Ares o Andrés Quinteros. Desde su creación en 1987 por la psicóloga Francine Shapiro, el EMDR se ha convertido en uno de los tratamientos más investigados y seguros para pacientes con Trastorno de Estrés Postraumático y afines. 

 

Pero, ¿en qué consiste la técnica de EMDR?

EMDR es un enfoque terapéutico que permite el reprocesamiento y la desensibilización del recuerdo traumático a través de la estimulación bilateral. La técnica se basa en la premisa de que los recuerdos traumáticos permanecen retenidos en el sistema nervioso, alterando la percepción y el comportamiento del paciente. El objetivo del EMDR es facilitar un procesamiento adecuado de tales recuerdos, lo que disminuirá su carga emocional y optimizará la salud psicológica. 

Además, con respecto a la naturaleza traumática, los psicólogos distinguen entre trauma simple y trauma complejo. El trauma simple implica un evento traumático concreto, como un accidente de coche en el que el paciente ha estado a punto de perder la vida. En este caso, el EMDR resulta altamente efectivo a través de la desensibilización y la integración del recuerdo traumático en la mente del paciente.

Por otro lado, el trauma complejo se refiere a situaciones de trauma prolongado o repetido, como el abuso infantil o la violencia doméstica. Estos traumas son más profundos dentro de la psique del individuo, y no solo afectan su bienestar emocional, sino también a menudo su identidad, cómo ve su relación con el mundo y con los demás. Dado que el trauma es en realidad una red de recuerdos interrelacionados, el tratamiento de EMDR se vuelve más prolongado y más delicado en estos casos. La desensibilización de la psique se desarrolla en este caso sobre los múltiples recuerdos asociados a estos eventos traumáticos

Las fases del protocolo estándar de EMDR.

El protocolo estándar de EMDR es un enfoque estructurado para tratar a las personas con EMDR que se divide en ocho fases: 

1. Historia clínica y planificación del tratamiento 

2. Preparación 

3. Evaluación 

4. Desensibilización.

5. Instalación, tras desensibilizar el recuerdo traumático, el psicólogo acompaña al paciente a fortalecer la creencia positiva identificada en la etapa de evaluación. 

6. Escaneo corporal. Durante esta fase, el cliente escanea su cuerpo mentalmente en busca de tensión o malestar residual asociado al recuerdo traumático, para liberarlo. 

7. Cierre. La sesión concluye con el terapeuta asegurándose de que el cliente retorna a un estado emocional más equilibrado, utilizando autorregulación si es necesario. 

8. Reevaluación. En sesiones sucesivas, el psicólogo revisa el progreso y evalúa si recuerdos adicionales necesitan ser procesados.

 

El lugar de los recuerdos en la experiencia traumática 

La memoria es central al concepto de trauma. Cuando una persona es sometida a una experiencia traumática, su cerebro no procesa la información de la misma manera como lo haría ante un recuerdo cotidiano. La memoria del recuerdo traumático es ‘fijada’ tal como estaba presente en el momento de la experiencia, actividades, sonidos olores y sentimientos que acompañan al recuerdo en ese momento.

Los elementos sensoriales del recuerdo no son procesados por el sistema límbico y el cerebro reptiliano, puesto que el hipocampo no puede integrar esta información con los hechos de la narrativa de vida de la persona. En vez de ser asimilado en la memoria normal, el recuerdo traumático es retenido en su totalidad, es decir, con todas las percepciones sensoriales intactas, elementos que son reactivados cuando el cliente se ve enfrentado a un obstáculo o circunstancia similar. Mediante la técnica de EMDR, a través de la activación bilateral, se puede acceder y reprocesar a estos recuerdos fijados de tal manera que pueden integrados. Con EMDR, el hipocampo puede procesar la experiencia implícita en el recuerdo en la narrativa de la vida de un modo que sea menos dolorosa emocionalmente.

Desde el punto de vista de la neurofisiología, el trauma impacta en el cerebro de maneras profundas y duraderas. Cuando una persona enfrenta un evento traumático, el cerebro activa su sistema de defensa, con la amígdala en acción, mediando la respuesta de lucha, huida o congelación. En situaciones normales, el hipocampo y la corteza prefrontal procesan la experiencia y la almacenan como un recuerdo.

No obstante, en el caso de un trauma, el almacenamiento falla y el recuerdo queda atrapado: el cerebro sigue detectando la presencia de un estímulo asociado con el trauma y el recuerdo genera una reacción emocional intensa. Algunos estudios sugieren que la estimulación bilateral activa mecanismos neurobiológicos similares a los que ocurren durante el sueño REM. Entonces, el EMDR a través de la activación de la estimulación permitiría que el cerebro “reprocese” los recuerdos. La conexión emocional del recuerdo se “desprende”, y el individuo recupera el control de sus respuestas.

Así pues, el EMDR se ha convertido en una de las técnicas más efectivas para luchar con el trauma simple o complejo. Su estructuración y comprensión sólidas de la neurofisiología del trauma hace del enfoque una herramienta integral para psicólogos y terapeutas que tratan con pacientes que sufren el impacto del trauma. Asimismo, posibilitando el reprocesamiento rápido y eficiente de recuerdos traumáticos, el EMDR no solo ayuda a los pacientes a vivir vidas más plenas sino que también otorga la nueva posibilidad de tratar trastornos complejos altamente resistentes.

Terapias psicológicas y EMDR
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