sábado. 20.04.2024

Con la llegada de las fiestas navideñas, muchos son los que se dejan llevar a través de la euforia de le época, pudiendo llegar a pasar factura a nuestra cuenta de ingresos. A las compras, y a las cenas y reuniones, debemos sumarle un gasto lúdico en el que la mayoría de la población invierte: la tradicional lotería nacional, que se juega cada 22 de diciembre en nuestro país.

 

Si bien es cierto que las probabilidades de resultar con uno de los boletos premiados son, para los tres primeros premios, de 1 entre 100.000, para el cuarto de 2 entre 10.000, y para el quinto de 8 entre 100.000, muchas son las personas que se animan a invertir parte de sus ahorros a la probabilidad.

 

De hecho, según la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE), cada español se gastará de media en la Lotería de Navidad 66,60 euros. Este gasto supondrá una inversión ligeramente mayor que la que se consiguió recaudar el año pasado, cuando los ciudadanos españoles se gastaron 65,60 euros en esta lotería.

 

Con estos datos sobre la mesa, conocemos la intención generalizada entre la sociedad de hacerse con uno de los boletos ganadores, pero ¿qué sucede cuando tenemos esa suerte? La respuesta es que, si no invertimos correctamente el dinero obtenido, la probabilidad más alta será que acabemos arruinados, pues según el Fondo Nacional para la Educación Financiera (NEFE), el 70% de las personas que reciben, de manera inesperada, una cantidad muy grande de dinero, acaban perdiéndolo a los pocos años.

 

De hecho, también afirman, junto a varios estudios internacionales, que los beneficiarios de altas cuantías de dinero tienen más probabilidades de declararse en quiebra a los tres años de recibirla. Este fenómeno se achaca a una buena planificación financiera, así como a la falta de un asesor que pueda enseñarnos qué debemos hacer con el dinero recibido.

Más del 70% de los ganadores de lotería acaban en banca rota o en la ley de segunda...
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