jueves. 28.03.2024

 

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha citado para el próximo miércoles 18 de noviembre a los tres expertos contratados por el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, que defendieron las cuentas con las que la entidad salió a bolsa en julio de 2011.

 

El pasado 21 de octubre, el magistrado aceptó incorporar el informe elaborado por los catedráticos de la Universidad Carlos III de Madrid Juan Manuel García Lara, Miguel Ángel Tapia y Juan Zornoza para que ratifiquen sus conclusiones, algo que sucederá a partir de las 9:00 horas del próximo día 18.

 

Rato encomendó a estos tres profesores la tarea de elaborar un informe con el que poder contrarrestar las tesis de los dos peritos judiciales cedidos por el Banco de España para trabajar en el caso, y que pusieron en tela de juicio las cuentas con las que Bankia debutó en bolsa en el verano de 2011.

 

Bankia hizo lo propio contratando a Santiago Carbó y Francisco Rodríguez, catedráticos de Economía y asesores de instituciones como la Reserva Federal o el Banco Central Europeo, al catedrático de Economía Financiera y Contabilidad Leandro Cañibano y el exinspector del Banco de España Rubén Manso, que también coincidieron en avalar la legalidad del salto al parqué de la entidad.

 

El juez Andreu ya escuchó a todos ellos el pasado julio, una vez los peritos judiciales independientes ya habían ratificado sus tesis a comienzos de año.

 

En el documento remitido al juez, los catedráticos propuestos por Rato advertían de que "la contabilidad no es una ciencia exacta" y arremetían contra los dos funcionarios independientes porque incurrían, en su opinión, en un "inadmisible" sesgo retrospectivo al estimar unos deterioros contables tomando en consideración hechos desconocidos en el pasado.

 

Los profesores subrayaban que los antiguos administradores de Bankia llevaron a cabo de manera "escrupulosa" el protocolo para estimar los deterioros existentes a la vista de los datos que tenían. Es más, los antiguos gestores del banco fueron más allá de las exigencias del Banco de España en esta materia, y si los peritos judiciales no son conscientes de ello y piensan que los deterioros tenían que haber sido mayores es porque conocieron el desenlace de la crisis de Bankia, al mismo tiempo que inferían que los hechos que se produjeron eran previsibles.

 

Sobre la salida a bolsa, consideraban que se produjo con "escrupuloso respeto" a las exigencias normativas y que el folleto de la operación reunía toda la información "necesaria y suficiente" para que los potenciales inversores pudieran tomar sus decisiones. Tanto es así que la información era "muy extensa, casi exhaustiva", sobre los riesgos (hasta 36) que tenía la compra de acciones de Bankia.

 

Asimismo, destacaban incluso que unos días antes de que se produjera el debut, la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) confirmó la solvencia del grupo en los test de estrés.

 

Si ni siquiera la EBA, con la capacidad de análisis que se le supone, fue capaz de predecir que su escenario más adverso había de empeorar, ¿por qué razón, se preguntaban los catedráticos, Bankia hubiera debido advertirlo y dotar nuevos y mayores deterioros en sus cuentas?

 

Con esta citación, el "caso Bankia" afronta una de sus últimas pruebas antes de que el instructor decida, casi tres años después de abrirlo, si finalmente dictará o no la apertura de juicio oral

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Rodrigo Rato defenderá ante el juez las cuentas de Bankia durante su gestión