sábado. 20.04.2024

Los impuestos sólo reducen la desigualdad de la renta bruta de los hogares un 2,82%, con lo que la mayor parte de la política redistributiva (un 30%) se lleva a cabo a través de prestaciones sociales, sobre todo pensiones, según un estudio de Fedea presentado hoy.

 

De este modo, los hogares más pobres (en torno a un 20% del total) y los más ricos (un 10%) son los que soportan una mayor presión fiscal en España, medida en porcentaje de impuestos que pagan en relación a su renta.

 

Estas conclusiones se recogen en el primer Observatorio sobre el reparto de los impuestos entre los hogares españoles, elaborado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada con datos de 2013, y que medirá a partir de ahora la incidencia de la actuación del sector público sobre la distribución de la renta entre los hogares españoles.

 

En el caso de los más pobres (con una renta anual media de 7.000 euros), hay una presión fiscal del 28,21%, que se explica por el efecto de la imposición indirecta (principalmente el IVA), ya que a pesar de su baja renta no dejan de consumir vía ahorros anteriores o endeudamiento, y por las bases mínimas en las cotizaciones sociales.

 

También por las rentas negativas de los autónomos, que en 2013, en plena crisis económica, pudieron tener pérdidas frecuentemente.

 

En el caso del 10% de los más ricos (renta media anual de 165.571 euros), la imposición media es del 33,1%. 

Los más pobres y los más ricos son los que soportan la mayor presión fiscal de España
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