jueves. 28.03.2024

El Banco de España calcula que el crecimiento económico entre abril y junio fue del 0,7%, lo que supone mantener la tasa registrada en los tres trimestres anteriores, gracias a la fortaleza de la demanda interna, frente a la "nula" aportación de la demanda externa.

 


Según su último informe trimestral de la economía española, la contribución de la demanda interna al crecimiento económico trimestral se eleva una décima, hasta los 0,7 puntos porcentuales, en tanto que la demanda externa disminuye su contribución una décima y se queda en nula.



La mejora de la demanda interna sigue estando sostenida por el gasto en consumo de las familias, pese a que modera su avance respecto al trimestre anterior hasta el 0,6%, gracias a unas favorables condiciones financieras y a la creación de empleo.



El informe del Banco de España destaca también que la actividad empresarial muestra en el segundo trimestre un ritmo de expansión superior al observado a principios de año, dentro del que destaca los sectores de la industria y la energía.



En cuanto a la inversión empresarial, el crecimiento en los bienes de equipo sería del 1 % intertrimestral, contrastando con la caída del 1,6% del primer trimestre.



En cuanto a la demanda exterior, la información disponible por el Banco de España apunta a una "aportación nula" al crecimiento económico trimestral, similar a la observada en el trimestre precedente, algo que también se percibe en términos interanuales.



Así, el Banco de España prevé que se modere su aportación respecto a hace un año hasta hacerse "prácticamente nula", en un trasfondo en el que el vigor de la economía mundial se habría atenuado, posiblemente, "por la creciente incertidumbre asociada a la escalada de las tensiones comerciales".



En cuanto al empleo, el Banco de España eleva una décima su tasa de crecimiento intertrimestral, hasta el 0,6%, en tanto que la remuneración por asalariado experimenta un avance interanual superior al 1% en el segundo trimestre.



Asimismo, indica que el deflactor del PIB se habría moderado en el segundo trimestre, en tanto que el del consumo privado habría aumentado, así como el vinculado a las importaciones, en este caso, por el encarecimiento del crudo.



De cara a los próximos meses, el Banco de España prevé una prolongación de la fase alcista del ciclo, gracias el mantenimiento del tono expansivo de las políticas de demanda y la trayectoria favorable de la economía mundial.



Así, tras avanzar un 2,7% este año, el Banco de España prevé que el PIB crecerá un 2,4% en 2019 y un 2,1% en 2020.



El crecimiento del PIB tendería a moderarse en los próximos años, debido al encarecimiento del petróleo, la contención del avance de los mercados exteriores y al atemperamiento del impulso expansivo de la política monetaria.



Junto a los riesgos exteriores, el supervisor resalta las incertidumbres sobre el futuro de las políticas económicas domésticas, en un contexto de "configuración de fuerzas parlamentarias que puede dificultar la conformación de mayorías que impulsen la actividad legislativa".



El informe observa un alza de la inflación vinculada a los elementos más volátiles de la cesta de la compra (alimentación fresca y energía), en tanto que los agrupados en la subyacente mantienen un perfil estable, si bien los servicios han absorbido los efectos de la pasada apreciación del euro.



Por su parte, los salarios "siguen mostrando tasas de avance reducidas", de la mano de los modestos ritmos de crecimiento de la productividad y los precios. EFECOMCOM

La economía española creció un 0,7% en el segundo trimestre