miércoles. 24.04.2024

 

El presidente del Banco Popular, Angel Ron, ha dicho hoy que, aunque España se encuentra en una fase expansiva de su crecimiento, hay factores como la inestabilidad política que hacen difícil que esta tendencia crezca al ritmo deseable.

 

Durante su intervención en el curso de verano ¿Qué hemos aprendido de la crisis?, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la UIMP, Ron ha indicado que España no se está al margen de lo que sucede en Europa y en el resto de países desarrollados, y se ha visto afectada por impactos negativos, pero "mantiene su pujanza" por encima de otros países.

 

La demanda interna es el principal motor de crecimiento, ha explicado, y la inversión empresarial sigue una tendencia positiva, impulsada por el mayor consumo y por unas condiciones de financiación muy favorables.

 

Pero, ha indicado, si se prolongan en el tiempo estas condiciones de financiación "ultralaxas" puestas en marcha por el Banco Central Europeo (BCE), con tipos de interés excesivamente bajos, esto generará efectos "contraproducentes, si no los genera ya".

 

Ron ha señalado también el reducido tamaño de las empresas españolas, el "minufundismo empresarial", ya que la inmensa mayoría de las cuales son de menos de cinco empleados, como uno de los obstáculos que tiene que afrontar la economía española.

 

En Alemania, la media de empleados de las empresas de menor tamaño es de doce empleados, lo que da la medida de la diferencia entre el tejido empresarial germano y el de España.

 

Asimismo, ha puesto de relieve las barreras que encuentran las empresas españolas para desarrollar su actividad, así como otros obstáculos, como la escasa inversión en I+D.

 

En el lado positivo ha destacado la pujanza del sector exportador, uno de los elementos fundamentales que ha permitido a España superar la crisis y que ha ayudado a las empresas españolas a mantener su cuota de mercado.

 

Por lo que respecta al sector financiero, es evidente que la financiación a pymes se ha revitalizado, pero "no podemos, pese a esta mejora, echar las campanas al vuelo", ya que "el sector está muy afectado por el entorno global y cuestiones específicas".

 

Entre ellas, ha citado una regulación "asfixiante" y un proceso de digitalización que está siendo muy costoso, sobre todo a las entidades del sur de Europa, que condiciona la actividad bancaria.

 

También les afectan los bajos tipos de interés y el proceso de desapalancamiento de las familias españolas, una buena noticia pero que hace que la concesión de nuevos créditos se haya frenado.

 

En cuanto a esta política monetaria ultralaxa, con tipos de interés muy bajo o negativos, en opinión de Ángel Ron esto limita la capacidad de generación de resultados de las entidades bancarias, y pone en riesgo su rentabilidad a corto y medio plazo.

 

Con rentabilidades sobre el capital por debajo del coste del capital, las entidades deben ganar eficiencia con el ahorro de costes, ha explicado, y adaptar su negocio al nuevo entorno, lo que implica reforzar los ingresos y personalizar la oferta al cliente.

 

La baja rentabilidad del negocio bancario en Europa, ha asegurado el presidente del Popular, es uno de los principales desafíos que afronta el sector, y explica las fuertes caídas en bolsa experimentadas en los últimos meses.

El presidente del Popular: "La inestabilidad política ralentiza el crecimiento en España"
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