CC OO calcula que España cerrará este año con un déficit en Seguridad Social comparable, en el mejor de los casos, con el de 2015, es decir, "del orden de 16.000 millones largos de euros".
Así lo ha expresado en rueda de prensa, el secretario de Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, quien también ha acusado al Gobierno de hacer un uso "indebido" del Fondo de Reserva que, en su opinión, se está utilizando para financiar las políticas activas de empleo y las bonificaciones y eso, ha dicho, es "un error".
Por ello, Bravo, que ha asegurado que el Ejecutivo sacó la última partida (8.700 millones) el viernes pasado "con nocturnidad y alevosía", ha pedido al futuro Gobierno que opere "de manera urgente" y no ha descartado la convocatoria de movilizaciones en defensa del sistema.
Además, Bravo, que ha hecho estas consideraciones en la presentación del estudio "El sistema de protección social en España 2016", ha asegurado que el sistema de protección por desempleo tiene "síntomas evidentes de agotamiento" y no está en condiciones de asumir la cronicidad del paro que existe hoy.
En concreto, ha dicho que el sistema hace "aguas" y ha afirmado que en 2015 había 2.224.172 beneficiarios de prestaciones por desempleo, un 28% menos que en 2010, cuando se alcanzó el pico más alto.
Ha recordado que de los 2,2 millones de beneficiarios, dos tercios cobran prestaciones asistenciales y sólo un tercio contributivas. Además, 1,2 millones no tenía prestación el año pasado y el 49% son mujeres.
Bravo ha insistido en que España va "por el camino equivocado" y ha hecho hincapié en la desviación permanente en los últimos años sobre las previsiones presupuestarias y la realidad, en relación con el sistema de Seguridad Social.
Ha explicado que en 2015 había presupuestados 5.836 millones de euros de déficit en Seguridad Social y el resultado a final de año fue de 16.706 millones.
El responsable de CCOO ha asegurado que este año tampoco se va a cumplir la previsión y el déficit será comparable "en el mejor de los casos" con el de 2015.
A ello contribuye, ha dicho, el ingreso medio a la Seguridad Social por afiliado en España que ha pasado de 5.601 euros en 2008 a 5.451 en 2015.
Es decir, que las personas que tienen empleo y cotizan a la Seguridad Social han visto como disminuía su base de cotización media, debido sobre todo al peso creciente de la temporalidad y del tiempo parcial pero también del proceso de devaluación salarial y las reformas laborales.
Bravo ha exigido al nuevo Gobierno que se constituya que aborde, antes de final de año, "medidas de impacto" con carácter inmediato al amparo de la ley de presupuestos que prevé financiación adicional para determinadas prestaciones.
El responsable de CCOO ha advertido de que el año próximo ya no estará en vigor la suspensión de disposición del límite del Fondo de Reserva (que está en el 3% para el gasto en pensiones) y, por tanto, salvo que se cambie la norma, se necesitarán recursos adicionales para equilibrar las cuentas del sistema.
Por ello, ha insistido en que los próximos meses deberá alcanzarse un "gran acuerdo" centrado en reforzar los ingresos del sistema de Seguridad Social sin perjuicio de la revisión del Pacto de Toledo, que corresponde a las nuevas Cortes.
El informe de CCOO también se refiere a la sanidad y asegura que España gastaba en 2009 un total de 1.411 euros en prestaciones sanitarias por habitante, un 11% más que en 2013, cuando la inversión por habitantes caía a los 1.250 euros.
Bravo ha contrapuesto este gasto con la esperanza de vida cada vez más alta, junto al aumento de las enfermedades crónicas.
En este escenario, el responsable de CCOO ha ahondado en la desigual prestación sanitaria por territorios y en la disminución, en términos reales, en presupuesto sanitario, que lleva al país a una "privatización suave" de los servicios.
En definitiva, el responsable de CCOO ha denunciado que los mecanismos de protección social están por debajo de los estándares mínimos de la zona euro, e incluso por debajo de los de la Unión Europea.
Por ello, ha insistido en que España tiene que tomar conciencia de que hay que afrontar dos retos: en el mercado de trabajo y en el terreno de la desigualdad, con políticas activas con financiación suficiente para la reinserción laboral y con sistemas "potentes" de protección social.
