viernes. 19.04.2024

 

Con la llegada de la ola de frío que azota el país, más la subida de la factura de la luz, son muchos los españoles que quieren saber cuál es la mejor forma, la más eficiente y la más económica de mantener el hogar caldeado. Como en la mayoría de las viviendas lo que se suele encontrar es la típica calefacción (con radiadores) o las bombas de calor (no hay que olvidar que el aire acondicionado con bomba de calor también es posible), nos ha parecido interesante comparar para ver cuál resulta ser la mejor opción.  

 

Por un lado, se encuentran los radiadores eléctricos cuya demanda se incrementó en los últimos años, sobretodo, por su sencilla instalación. Pero, pese a que las campañas publicitarias fueron bastante intensas, los datos no acaban de acompañar a todos los beneficios que, en teoría, traen consigo. Y esto ocurre no sólo con los más clásicos, también con aquellos a los que se ha venido a denominar con términos como 'calor azul' o 'calor verde'

 

Todos ellos lo que hacen es calentar el fluido que tienen dentro, a través de una resistencia, pasando el calor a la estructura exterior que es lo que aporta la sensación cálida cuando se está cerca. Pero este tipo de calefacciones son, ineficientes y, por supuesto, más costosas a largo plazo.

 

Por otro lado, la alternativa son las bombas de calor que ofrecen calefacción potente y fiable, además de eficiente y más económica. Lo que hacen es ayudarse de un agente (que puede ser agua, aire o ambos) para compensar el espacio que tienen que acondicionar.  

 

Por norma general, cada kWh eléctrico que tiene que consumir una bomba de calor se traduce en 3 kWh térmicos. En el caso de los radiadores la equivalencia es de uno a uno, por lo que se puede establecer que la eficiencia en las bombas de calor triplica la de los radiadores y esto, se traduce en un ahorro económico, ya que se necesita consumir menos para lograr la temperatura deseada.

 

Su instalación tampoco es compleja, tan sólo hay que contar con un equipo especializado en el sector para que en poco tiempo esté todo listo. Y otra ventaja es que se puede usar tanto en invierno como en verano. Esto ocurre con las bombas de calor que tienen incorporado el sistema inverter (que es ya el más demandado) Con una sola instalación se cuenta con calefacción y con aire acondicionado.  

 

La propia ONG ambientalista, Greenpeace, dejó claro en su balance del año 2016 que una de las mejores contribuciones para mantener el planeta son las bombas de calor. Como es lógico, el consumo de recursos destinados, sobretodo, a calefacción, es inevitable, pero el hecho de contar con un medio tan eficiente, es lo que supone la diferencia para el medio ambiente.

 

La bomba de calor requiere, además, de pocos cuidados. Básicamente lo que hay que hacer es asegurarse de cambiar el filtro cada cierto tiempo. Y, aunque es verdad que cuando se apaga, de manera instantánea, deja de calentar y los radiadores mantienen un tiempo el calor, también lo es el hecho de que, por contra, cuando se quiere caldear una estancia, con la bomba de calor no hay que esperar y con los radiadores, sí. 

¿Bomba de calor o radiadores?
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