sábado. 20.04.2024
ENTREVISTA

Álvaro Merino: "El talento o es colectivo o no es talento"

El formador recuerda que aprender consiste en enfrentarse a aquello que te da miedo

El próximo dia 11 de abril, Inca acogerá la tercera de las cuatro conferencias organizadas bajo el ciclo denominado Incabusiness. Será el Centre Bit y contará como protagonista a Álvaro Merino con su ponencia 'Desde el vestuario'. Merino se ha caracterizado por empezar trabajando en el deporte y conectar este ámbito con el mundo empresarial. De hecho participó como director académico en el lanzamiento de la Escuela Universitaria Real Madrid junto a Jorge Valdano.

- ¿Cuéntenos que camino seguirá en la conferencia que ofrecerá en Inca?

-Mi idea es compartir aprendizajes que desde el mundo del deporte de alto rendimiento son transferibles al mundo empresarial y viceversa. Explicar cómo el management ayuda también a muchos profesionales del deporte a hacer mejor su trabajo. Reflexionaremos sobre las nuevas herramientas de liderazgo en los entornos de alta complejidad como los actuales.

 

- ¿Cómo definiría el talento?

-Como la combinación de la capacidad innata con el entrenamiento sistemático y continuado en el tiempo dentro de un contexto adecuado, estimulante e incómodo. Y necesitamos entender que el talento individual es individualismo. Si lo que hacemos bien no mejora a nuestros equipos, entonces el talento es únicamente estético. No somos islas y cada día necesitamos ser más interdependientes. El talento o es colectivo o no es talento.

 

- Con el talento se nace o bien se entrena.

-La capacidad innata es lo que muchos definen como talento. Pero tan solo es una parte. Y esa capacidad sin el entrenamiento disciplinado tan solo es un potencial sin desarrollar. Juan Carlos Cubeiro, amigo y gran experto en management, nos diría que el talento ni se nace ni se hace. El talento se forja en entornos de dificultad.

 

"Los nuevos escenarios requieren que el liderazgo esté basado en el equipo"

 

-Hablemos de liderazgo. Todo el mundo habla de liderazgo. Hay mil conferencias sobre liderazgo. ¿Realmente vamos tan faltos de liderazgo en nuestra sociedad?

-No es una cuestión de carencia de liderazgo sino de renovar lo que entendemos por liderazgo. Creo que este concepto es dinámico y que lo que entendimos por liderazgo hace unas décadas poco o nada tiene que ver con lo que hoy es. Los nuevos escenarios requieren que el liderazgo esté basado en el equipo, que hablemos menos de líderes y más de la capacidad de liderar de cada persona en su día a día y en sus entornos de micro impacto.

 

-¿En que ámbitos nota mayor liderazgo: empresa, deporte, política?

-En todos los ámbitos hay personas y equipos que han entendido muy bien los nuevos requerimientos del entornos y las nuevas herramientas de liderazgo para dar respuesta rápida y eficiente. Y en ambos entornos hay equipos y personas que se han encerrado en viejos modelos que un día pudieron ser útiles pero que ahora se han quedado obsoletos. Y esto les distancia inexorablemente de las necesidades de las nuevas generaciones.

La gente joven no es el futuro. El futuro está en quienes a día de hoy ocupan puestos de alta responsabilidad ya que lo que hagan hoy incidirá en el futuro de esos jóvenes. Los modelos de liderazgo que proyecten son los que ellos y ellas aprenderán. La responsabilidad es alta.

 

-No existen atajos para transformar retos en oportunidades. Esta frase es suya ¿Qué significa exactamente?

-Una de las grandes leyes del deporte nos dice que nada se consigue de inmediato, sino que los resultados son fruto de un trabajo tenaz, en el que no se pueden saltar las etapas de tres en tres. No existen los atajos para alcanzar las metas. Y en ese entrenamiento sistemático vamos encontrándonos situaciones que nos exigen desafiarnos, retar nuestros límites y gestionar nuestros miedos para abrir oportunidades no solo para nosotros sino para aquellos con quienes viajamos en nuestras vidas profesionales y personales.

 

Aprender consiste en enfrentarte a aquello que te da miedo pero que estás deseando que llegue el momento de enfrentarlo y superarlo. Esa es la mentalidad ganadora de un deportista. Y vivir eso es un regalo para tu vida después del deporte.

 

-¿Cual es el secreto para manejar bien un equipo laboral de personas?

-No existe ninguna fórmula mágica ya que lo que funciona bien en un equipo puede ser un desastre en otro. Cada sistema es diferente y cada equipo puede responder de manera distinta a las situaciones de conflicto y crecimiento.

Pero para mi hay ciertos pilares que son básicos. El primero es generar una cultura en la que las personas de un equipo se sientan seguras. Solo desde la seguridad se puede construir la confianza necesaria para que las personas den un paso adelante.

 

El segundo pilar es entender que para que alguien se coloque el escudo de su equipo es imprescindible que se sienta escuchado con autenticidad y que pueda participar de ciertos procesos de toma de decisiones en el equipo. Las personas tienen más ganas de colaborar cuando son escuchadas y sienten que lo que aportan beneficia al equipo. El liderazgo necesita ser más participativo.

 

El tercer gran pilar es tratar a las personas con tanta exigencia como respeto. La gente tiene más ganas de cooperar cuando es tratada con respeto y dignidad. Es algo obvio que solemos obviar con frecuencia.

 

"Las nuevas generaciones de profesionales quieren trabajar en empresas que les traten bien y les exijan"

 

-¿Están preparadas las empresas españolas en general para gestionar bien los equipos?

-Aquellas que invierten en formación y desarrollo y entienden que estos “entrenamientos” deben hacerlos constantemente, son las empresas que mejor se anticipan a los cambios del entorno. Aquellas empresas que piensan que las habilidades blandas son secundarias están abocadas a perder talento y estancarse en la mediocridad. Eso si, las habilidades blandas deben estar muy aterrizadas a las realidades de cada sector y empresa. De nada sirve hablar de soft sills de manera descontextualizada.

Ahora hablamos de las Love Brands, empresas con alma que atraen talento. Las nuevas generaciones de profesionales quieren trabajar en empresas que les traten bien y les exijan, no solamente lo segundo.

 

-Usted ha trabajado profesionalmente en el deporte. ¿Qué paralelismos existen con el mundo empresarial y que técnicas se pueden compartir?

-A mi me gusta mucho decir que lo más interesante entre ambos entonos no es lo que les acerca sino lo que les diferencia. En el mundo del deporte muchos deportistas entrenan años para competir menos de 10 segundos. ¿cuánto tiempo dedicamos a entrenar en la empresa? En el mundo laboral pasamos gran cantidad de tiempo compitiendo y no dejamos espacio para entrenar. ¿Se imagina un deportista de élite compitiendo 5 semanas al más alto nivel? Se lesionaría. Y esto es lo que les pasa a muchos directivos y directivas de este país. Están lesionados y no son conscientes de ello.

Muchas técnicas de gestión de la atención, de toma de decisiones, de manejo de estrés se trabajan de manera muy similar en ambos entornos. La neurociencia ha llegado para abrir un campo estupendo de mejora en muchas de estas habilidades.

 

"Cuando las cosas van bien es necesario evaluarlas y mejorarlas"

 

-¿Cual es la clave para que una empresa no se quede anclada en el pasado en un mundo que avanza tan deprisa?

-Una clave es la anticipación. Y me refiero a entender que los cambios y las mejoras deben hacerse cuando las cosas van bien. Muchas veces escuchamos a alguien decir que si algo va bien, mejor no tocarlo. Y ese es un gran error. Cuando las cosas van bien es necesario evaluarlas y mejorarlas.

Otra clave es manejar el liderazgo con agilidad y consistencia. Los nuevos contextos volátiles e inciertos nos exigen ser consistentes en nuestros objetivos y ágiles en las estrategias para avanzar imperfectamente en las procelosas aguas del cambio.

Álvaro Merino: "El talento o es colectivo o no es talento"
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